martes, 30 de septiembre de 2014

Guerras Coloniales ad

En la primera sección cronológica de este blog "observar y pensar", que no está disponible actualmente en línea, releo este comentario que realicé sobre un articulo de opinión de un gran columnista norteamericano. Creo que lo esencial de estos textos aún es válido, sobre todo ad limina nuevamente a una intervención que redibujará el mapa heredado del reciente período colonial franco-británico del Oriente Próximo. Buena lectura.

GUERRAS COLONIALES, SOLDADOS Y ESCUELAS

Igor Parra

Hace poco pude leer en un aeropuerto la columna de opinión de Nicolas D. Kristof del mes de julio del 2010. Su título me llamó la atención: “One soldier or 20 schools”? En el artículo hay una serie de datos bastante interesantes y útiles no sólo para evaluar de forma cuantitativa la catástrofe en la que se está deslizando los Estados unidos en Asia, sino para ver, y esto siempre es reconfortante, que en esa gran democracia americana hay espiritus inteligentes que no han perdido su capacidad de crítica.
Las cifras son apabullantes y el autor llama a reevaluar el rol de Obama en una política que es la continuación de su predecesor. Resulta demoledor saber que el gasto en curso entre Irak, Afganistan y Paquistan supera la suma de todos los gastos guerreros americanos desde su fundación, con la excepción, aún, de los gastos de la Segunda Guerra Mundial. Obama esté pidiendo un 6% más que Bush en gasto militar. Kristof apunta con amargura que la flota de guerra americana al día de hoy es mayor que la de los 13 paises que más gastan en armamento después de los EEUU. Mientras tanto su país ha caido al nivel 12 mundial en gente con titulo universitario (college degree). El mismo autor señala que diferentes organismos norteamericanos han alertado sobre una observación de campo significativa: un solo misil de crucero americano cuesta el equivalente a la construcción de 11 escuelas. Más aún el coste para el erario público americano de 246 soldados serviría para pagar toda la educación superior de Afghanistan durante un año escolar. Kristof apunta al centro de la cuestión al señalar que el gasto militar de Obama en Afghanistan que se produce en cinco semanas bastaría para pagar la educación primaria completa de todos los niños del mundo.
Por nuestra parte podemos decir que todo este gasto inmenso no les esta ayudando, a los americanos, a ganar la guerra, y parece difícil que lo logren por una razón que emerge tanto de la historia como de los datos resumidos y expuestos por Kristof: estas guerras asiáticas americanas son un gran negocio en sí mismas, cientos de miles de personas civiles militares y paramilitares viven gracias a esta maquinaria industrial que vende alimentos, transporte, seguros de vida, repuestos de guerra y de transportes, comunicaciones, vestimentas, calzado, construcciones civiles y militares en el terreno, reparaciones de todo tipo. Dicho en lenguaje de la escuela de Chicago, estas guerras son una oportunidad para ganar dinero.
Y esta observación nos permite hacer una relación con lo que fueron las guerras que sangraron y arruinaron completamente al imperio español, pues hay algunos mecanismos que nos parecen indicar que estas guerras que son oportunas para algunos, en realidad llevan a la ruina a la mayoría de la población. Y en las coordenadas actuales donde se encuentra la economía mundial no es la mejor noticia que los norteamericanos estén deslizandose en un pantanoso terreno especulativo a corto plazo, en el que el resultado será simplemente la ruina económica, el problema social dentro de casa -de ellos-, y el pago mundial de la deuda que amenazará con reventar los mecanismos fragilizados de la actual economía mundial.
La corona española, que no el pueblo español, beneficiose del enorme tesoro metalífero americano durante siglos. Al comienzo de esa transferencia global de metálico hacia Europa, el gasto militar de los reyes españoles-austríacos, secó inmediatamente todo el flujo que llegaba a Sevilla desde las Indias Occidentales.
En los campos de Flandes y centro Europa se gastaba el dinero generado en las minas de plata y oro americanas. La gran oportunidad la tuvieron no los españoles sino los elementos foráneos que nutrían los ejércitos del Rey de España, que lo vestían, que lo reparaban, que lo conducían, que lo comunicaban. Con un grado tecnológico menor al actual esa “oportunidad” de hacer negocio también enriqueció a banqueros e industriales extranjeros, y desoló el territorio español, empobreció el campo en fuerza de trabajo, despobló España de sus mentes más capaces, que emigraron en su mayoría a América o a la Italia de la corona española.
Así, esto que sorprende a Kristof ya lo hemos visto por estos lares hace un par de siglos atrás. Tarde o temprano una ocupación colonialista que permanentemente usa la fuerza para imponer su criterio termina agotando la capacidad de gasto de la potencia ocupante. Y no solo la capacidad de gasto sino también el aguante social; tarde o temprano estas guerras asiáticas dejarán moral y económicamente exhausta a los Estados Unidos de América.
Al revés que en Inglaterra o Francia que aprovecharon su esplendor colonial para crear una potente red de universidades y escuelas de todo tipo, y de forma similar a España, los Estados Unidos de América, a causa del gasto inmenso militar, retroceden en un sector estratégico: la educación de su juventud. Esta será cada vez más elitista, estará ligada a la capacidad de gasto familiar, es decir cada vez más será una educación para los más ricos. Y eso conlleva necesariamente perder importantes recursos estratégicos para la democracia americana, pues los que lleguen al nivel superior no sólo de la educación sino, consiguientemente, de la política, del ejercito, de las finanzas constituirán cada vez más una élite cerrada oligárquica con intereses basados en esas “oportunidades “ definidas por Friedman como la salsa del capitalismo moderno .
La historia nos muestra claramente el destino de estas oportunidades basadas en guerras oportunistas retroalimentadas con recursos económicos públicos que benefician a un sector estrecho de la sociedad: el ejemplo de la “oportunidad” de invadir Sicilia a la ciudad esplendorosa de Atenas le significó su tumba no sólo militar, y es esto lo que quiero rescatar aquí, sino , y sobre todo, su tumba democrática. Después de la horrible catástrofe militar que sufre Atenas en Sicilia, en su guerra contra Esparta durante la larga Guerra del Peloponeso, a la postre esa catástrofe militar significa el hundimiento del predominio ateniense.
¿Son estas guerras asiáticas americanas el equivalente de la “oportunidad siciliana” de los atenienses? ¿O acaso lo serán de la “oportunidad de los Paises Bajos” o de las “guerras de religión” de la corona española?
No sabemos aún contestar estas preguntas, pero, sin embargo, sí podemos estar seguros que al observar escritos como el del ciudadano americano Kristof su país ya no es el mismo que hace veinte años, y probablemente no será el mismo dentro de cuatro o cinco años más. El factor diferencial es el constante uso de recursos económicos públicos para pagar guerras lejanas y tapar agujeros generados en la especulación financiera. La democracia americana está mutando frente a nosotros cada día, y el final de este proceso puede darnos sorpresas que quizás no resulten agradables en primer lugar para una gran mayoría de los propios ciudadanos norteamericanos.

Habremos de observar con mayor atención los mecanismos que parecen vincular la crisis financiera con el desarrollo de las guerras americanas en Asia.

viernes, 26 de septiembre de 2014

CHINA Y LA TRANSFORMACION DE LA REALIDAD

Hace 4 años publiqué este post en este blog "observar y pensar", como eliminé casi todo el artículo del blog para una publicación que aún no ve la luz del día, en forma de libro, lo resucito pues creo que no ha perdido actualidad, al proponer una particular observación sobre el motor conceptual de lo que ocurre y seguirá ocurriendo en China. Buena lectura!

 LA CLAVE CHINA:
TRANSFORMAR LA NECESIDAD

Igor Parra


Hace pocos meses atrás apareció un gurú judío-húngaro, con pasaporte americano, por Europa explicando su punto de vista sobre el futuro de China y de sus, probables relaciones con Occidente, a lo largo de este siglo que comienza ahora. Su origen húngaro quizás influye en su capacidad de observación y por lo tanto de pensamiento, porque me pareció que su capacidad de análisis está sesgada por la ideología. También creo que a la hora de hacer prognosis estratégicas, como las suyas, el sesgo ideológico crea imágenes falsas, que llevan a errores graves en el diagnóstico del problema a resolver, o al menos del problema sobre el cual se emite un juicio.
En mi primera juventud, en Chile allá por los años 1971 y 1972, tuve la ocasión de conocer muy de cerca el pensamiento político revolucionario chino, tanto el elaborado por Mao, como los escritos de otros escritores chinos muy importantes en el área política, militar y filosófica. Al tiempo que estudiabamos las fuentes directas de ese pensamiento con personas que habian conocido y tratado personalmente a Mao, me interesé por darle un contexto histórico, dentro del mundo asiático, a ese fenómeno revolucionario del siglo XX.
Tanto el gurú judío-hungaro-americano como  Guzman, lider de Sendero Luminoso peruano, se equivocan en algunos puntos comunes, quizás porque ambos desconozcan algunas claves esenciales del pensamiento estratégico político chino, que incluso hoy en día prevalece en la China moderna en campos como el desarrollo económico, geopolítico y cultural, etc.
El mayor aporte intelectual que Mao hizo al pensamiento político, desde mi punto de vista, fue precisamente su crítica a Marx y Engels, en una parcela filosófica clásica, no “asiática” o propia del “eslabón más débil del mundo capitalista”, como diría otro clásico del pensamiento revolucionario. En efecto, Mao descubrió que el planteamiento marxista clásico de lograr la liberación personal y social a través de la “comprensión de la necesidad” escatimaba la mitad del problema, pues para Mao la clave del asunto no estaba en la mera “comprensión de la realidad”. El decía que esa comprensión no llevaría a resultados prácticos objetivos, palpables, y dejaría a los revolucionarios en el limbo idealista, donde se reproducirían errores ideológicos y prácticos circulares.
Para romper el circulo de ese idealismo inconsecuente, en el que él indirectamente acusaba a Marx y Engles de situarse, hay que terminar el proceso de observación intelectual que sólo comienza con la “comprensión de la necesidad” pero que debe desembocar en la formulación  y ejecución de la “transformación de la necesidad”.
El paso de la “comprensión” a la “transformación” es toda la diferencia que hay entre el modelo soviético y el sistema capitalista occidental, que desde el idealismo ideológico actuaron, y actuan, a corto plazo, y el emergente modelo chino de adaptación utilitaria al capitalismo.
En China han determinado, en cada momento histórico reciente, los umbrales específicos de las necesidades sociales-económicas que hay que transformar, y en algunos casos crearlas ex novo.
En Occidente tendemos a olvidar que la escuela de pensamiento político, militar y cultural china tiene varios milenios a su espalda y se relacionan entre sí en un denso continuum temporal, que sin embargo gracias al pensamiento teórico de Mao rompe con las inercias culturales que tal tradición puede generar. Pues en China hay una serie de tradiciones culturales que directamente, sin solución de continuidad, se han transmitido dentro del mismo acerbo linguistico desde al menos 1300 años antes de Cristo. Mao culmina una escuela de pensamiento estratégico muy antigua, innova en algunos puntos, pero se basa en experiencias milenarias transmitidas a través de la escritura en lengua china, desde varios cientos de años antes del nacimiento de Cristo. Esto confiere una visión del mundo diferente a la occidental, porque maneja la variable esencial de la gran estrategia, el tiempo, de una forma que aquí en Europa y en los Estados unidos cuesta entender, y más aún poner en práctica.
Transformar la necesidad es la gran consigna inmanente de la revolución china que se sigue aplicando (actualizando diría un tomista) día a día tanto en el interior de China como en su política exterior. Las formas capitalistas que se han adoptado en una parte del territorio chino obedece a esa transformación radical de la realidad propuesta teóricamente por Mao y sucesores, que se ejecuta en la actualidad en espacios diferenciados del territorio chino. Somos testigos de una magistral demostración práctica de la transformación de la necesidad en China, que está creando nuevas, radicalmente nuevas, realidades económicas, que a su vez generan nuevas realidades culturales, sociales y consecuentemente geopolíticas.
Precisamente el aspecto más débil de los augurios del gurú húngaro son los que hablan de la debilidad a medio plazo del desarrollo industrial y económico chino, olvida que ese análisis se basa en el potencial de un segmento del espacio y de la población china. El gobierno chino no puede aplicar el plan de zonas especiales a todo su territorio, por ello ha experimentado en zonas de gran tráfico comercial marítimo y terrestre, al tiempo que mantiene una reserva de trabajo agrícola inmensa, a la que trata de forma diferente, muy diferente, en relación a las zonas de desarrollo litoral. Esa masa demográfica de reserva es lo que puede garantizar el futuro del diseño modernizador chino: se trata de una reserva de trabajo y consumo virgen que equivale numéricamente a dos veces todo el occidente capitalista. El gobierno tiene la capacidad no democrática, no la necesita, de crear flujos demográficos en función a las necesidades que se estan creando sucesivamente en ese país.
Si los gobernantes chinos hubiesen aplicado sólo los principios marxistas clásicos, el modelo chino ya hubiese reventado, y todos los augures hubiesen triunfado en sus predicciones catastrofistas. Sin embargo, al transformar la necesidad social, concepto formulado por primera vez por Mao, la situación deviene más rica en posibilidades reales, objetivas, de consolidar la economía china a través de una fusión de espacios geográficos muy habitados y tecnológicamente pobres con otros espacios que necesitan, progresivamente no sólo de mano de obra, sino también de consumidores. China tiene garantizado en un corto plazo un gran mercado de consumo interior, actualmente circunscrito a las zonas de desarrollo especial.
En la vertiente geopolítica, la historia muestra que las guerras expansivas militares no son la componente principal de la estrategia nacional China, como lo han sido, empero, de la japonesa hasta la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo son perfectamente conscientes del valor que tienen las redes comerciales densas en espacios lejanos. Garantizan la circulación exterior de productos chinos a través de decenas de miles de redes propias de productos nacionales, de diferente precio y nivel tecnológico. Una vez más han comprendido la necesidad de usar un instrumento dado, el comercio y su diaspora mundial, y con ello han procedido a transformar la necesidad, pasando de un nivel de comercio familiar de escalas pequeñas, a un comercio multiescala muy agresivo. Todo parece apuntar, según mi criterio, a que estos cambios de escalas espaciales, del comercio chino, llevan a que en un momento dado, avanzarán un paso más en la fusión demográfica interior, de espacios agrícolas con los espacios productivos industriales, y así, en ese momento por venir, este comercio que hoy parece muy importante devendrá un factor secundario. Porque la gran meta estratégica es crear, ya lo hemos dicho antes, un sólido espacio interior de consumo de miles de millones de personas.
De esta forma en menos de cien años, gracias a Mao y a sus sucesores, se ha producido el fenómeno histórico de mayor peso de la historia contemporánea: sacar de la miseria absoluta a cientos de millones de personas, darles educación, alimentación, y desde hace pocos decenios atrás y de forma paulatina, medios de consumo que llevarán indefectiblemente a producir otro salto cualitativo que obligará a repensar una vez más, y  a fondo, cómo se transformarán las necesidades de ese futuro.

De momento, la realidad actual, aunque parezca paradójico decirlo, bebe de las aguas conceptuales de Mao.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Antipoemas de Nicanor: origen o causa

NADIE

ha dicho lo obvio

gran poeta

pero voy a desvelar el secreto de tu antipoesía

Lo voy a hacer porque es necesario

esto debe ser parte de enciclopedias y manuales

Que lo sepan los que te leen aqui y en la China

Y lo diré rápido

sin pausas

pero sin prisas

Los que saben que eres físico y matemático

no se percataron acaso de la llave para leerte?

No entendieron lo evidente


Oh venerado miembro del parral de Chillán

del que también visto y calzo ropajes volcánicos

y de bosques multicolores

y de pumas y condores

Oh grande vate

aqui lanzo la clave

y disculpanos por haber tardado tanto en decirlo

claro y en ladino

que es como suele fablar el común a su vecino:

a ver SEÑORES y SEÑORITAS y SEÑORONAS

pero... si 

 todo seno tiene su coseno

toda tangente una cotangente

todo logaritmo un antilogaritmo

Entonces Nicanor

logicamente

matematicamente

siendo físico matemático

y poeta chileno

de Chillán

no pudo más que inventar

la antipoesía 

que en su mente no es otra cosa

que la muy simple inversa de la poesía

Recuerden pues

esta simetría

por favor:

seno coseno

tangente cotangente

logaritmo antilogaritmo

poesía antipoesía

Nicanor Parra


Igor de la misma y feraz Parra de Chillán

en Arqueología poética