martes, 12 de mayo de 2015

Aún

TE HE VISTO

estas últimas semanas 

en caras de otras personas jóvenes

Cada día por las esquinas de entonces

que existen intactas aún 

paso raudo hacia lo cotidiano

Camino sobre las sombras 

de los gritos del tumulto

de  nuestras consignas

No son fantasmas lejanos

ni próximos

porque las calles y sus esquinas

están ahí

aún

Y a veces te veo 

en caras parecidas a la tuya

Sabemos que moriste 

callado

sin delatar

Lo sabemos porque cuando me capturan a mi

no sabían nada de nosotros

ni de nuestra célula institutana

gracias a tí

aún

querido camarada Pedro

Ni siquiera supe entonces tu nombre

Fueron las fotos de nuestros desaparecidos

las que me enseñaron tu nombre verdadero

Y ese es el rostro que a veces veo en Santiago

aún

En personas de tu misma edad 

al momento de morir 

callado 

sin romperte

en el tormento

a tus brillantes diez y nueve años

aún

Mauricio

Diez y nueve años 

aún

Qué me quieres decir ahora?

Tantas veces nos cruzamos durante años

en los patios y en las Asambleas institutanas

y más de una en las marchas

y en las peleas callejeras de entonces

Fue en San Martín esquina Huérfanos

año setenta y tres del siglo pasado

Nos concentramos ahí en ese viejo palacio

cientos de jóvenes guevaristas

entrada la tarde un día de combates duros

del mes de abril

Estómagos vacíos

hambre física

Me pediste un racimo de uvas recién compradas

Fue nuestro único alimento hasta la noche

Porqué Mauricio ahora te apareces 

en esas calles

en esas esquinas

aún?

Cuál es el mensaje?

A quién debo transmitirlo?

Quizás 

aquí en estas líneas?

Quizás 

porque no debemos olvidarte 

aún

querido compañero?

Igor Parra




viernes, 8 de mayo de 2015

Lechuza

MIRO

hacia lo alto

y veo dos ojos abiertos

Me esfuerzo desde el centro

Vuelvo a mirar

 boca arriba

y veo como se entrecierran

un momento

Estoy en el mismo bosque

y próximo a los troncos 

en el centro de su base

Al cabo de unos minutos

intentando doblar la copa

donde anidan esos ojos azules

de lechuza ática

Los veo abiertos

Y me enardezco

porque quiero doblar

el bosque entero

para que esos ojos de lechuza

vuelvan cerca de mis brazos

Pero quiero que vueles hacia abajo

sólo después de atrapar a mi presa

y sigo mi esfuerzo

paciente

y a veces suave

otras intenso

Como buen Escorpión

persisto

y espero

Y cuando veo esos ojos aún abiertos

allá en lo alto alto

justo por encima de tu largo cuello blanco

me aplico con ahinco a la tarea


Ojos atentos y bellos

acechantes

rodeados de tus cabellos desordenados

Desde abajo

solo veo eso

ojos y cabellos

Pero 

noto el temblor de la tierra

y busco a mi lechuza

amiga de largas noches

que limitan sólo con la madrugada

y no veo ya tus ojos

y te sumerges en ti misma

y yo en ti

Igor Parra


domingo, 3 de mayo de 2015

Aqui y ahora

SALIA YA

de la habitación iluminada por el reflejo

de la vela 

y el espejo antiguo

y te vi tendida en diagonal

como un escorzo de Rubens

pero desde arriba hacia abajo

Y te vi

dormitando

entre remolinos de sabanas

y muchas almohadas

Tus pies sobre las almohadas pálidas

del extremo noroccidental de nuestro mar

eran argentados con colores lunares

que entraban 

por las grandes lucernas del techo

Entre los muslos y la cabellera 

todo el arco del color rosaceo anaranjado

tembloroso

de la vela y su reflejo espejado

Tu blanca piel agotada

parecia inánime entre las olas 

de la mar-cama

Tu cabello brillaba dorado y disperso

entre las almohadas del extremo sur oriental

La llama del candil

ahora quieta 

ya temblorosa o balanceante

anima el espacio de nuestros tiempos quedos

combate contra la luz de la luna

casi en el limite de tu espalda

y me retiene

me de tiene

me deja expectante

suspendido en la exhalación de la sorpresa

al observarte

y ser por primera vez consciente

de cómo

en un segundo de recuerdos intensos

desorganizamos el orden germánico

y lo transformamos

en el casi alboroto de una excavación antigua

donde supimos encontrar

y reencontrar

tesoros de todos tipos

Fue un breve momento de horas de pasión

Un momento consciente y efímero

de cómo se construye lo intenso

cómo se aparecía lo bello

a medida que nos esforzabamos

para descubrir al fin

que el fondo 

la excavación apasionada de nosotros

sobre tus sábanas

nos hace descubrirnos

al borde del alba y callada la noche

con el corazón

expuestos

absolutamente

el uno al otro

y siendo dos

somos no los otros

los externos al perimetro de esa luz de esta noche

sino

 nosotros

Y de tu imagen 

a mi consciencia del lugar y momento

y mi marcha fuera de tu hálito

pasa apenas un segundo

suficiente

para recordar cada pliegue del tálamo

la posición de todas las almohadas

el ángulo de tu cuerpo

y la intensidad de las luces combatientes

para saber con claridad

como un relámpago

que 

somos felices

aquí y ahora

Igor Parra




sábado, 2 de mayo de 2015

Cómo el tiempo?

AMBAS MANOS

sostienen tu brazo

largo tiempo

No sé si tiempo

o en el espacio nuestro

de la noche

y de la luna 

Qué es el tiempo

en el pais-tu donde avanzo?

Tu mano al final del brazo

es el destino de ambas manos

Ya te he recorrido entera

la noche esta silente

pero aún tu brazo

entre mis manos

desde el hombro brillante

por la luz de la vela reflejada en el viejo espejo

se desliza quedo

Y todos los sabores de los ratos precedentes

todos los poros abiertos ante tu aroma de hembra

se resumen en esa suave despedida nocturna

de unas horas apenas

antes que el alba se despierte

Y vuelvo a preguntarme

cómo el tiempo?

y la respuesta es más precisa ahora

porque mido el momento

la suma de momentos contigo

por la suavidad de la caricia de tu brazo

y de tu cuerpo todo

Ambos casi dormidos

 semienterrados

en tus sábanas

atravesados en direcciones lejanas

a la normalidad del lecho

perpendiculares a su eje mayor

Y vuelvo a intuir

que la realidad del momento

es infinita en nuestra conciencia

en nuestro espacio inmediato

No hay tiempo ya

se desvanece como el agua

entre mis manos y tu brazo

Y así la distancia temporal

es precisa y exacta

mide y dura 

el lento recorrido

de mis manos que rezan

en la piel

du tu brazo extendido 

apenas

Igor Parra