Los Lejanos Límites De Esta Crisis
Igor Parra
El mes de noviembre de 1974 los marinos de la nave italiana
con destino Barcelona- Génova nos enseñaron, a varios de los pasajeros embarcados, cómo distinguir el lento movimiento del barco, mientras parecía que no avanzábamos por el río Guayas, aguas arriba- según nuestros ojos-, ni un solo metro.
El truco era muy simple, pero hacia falta conocerlo: coloque Ud. su mano o un dedo perfectamente perpendicular a un punto cualquiera de la orilla del río y tenga paciencia, al cabo de un momento sabrá si el barco se mueve, o es la corriente del agua la que lo hace y Ud. en realidad está totalmente inmóvil.
Si observamos la prensa internacional me da la impresión que se discute sobre la distancia temporal que nos separa de la peor parte de la Crisis, o bien que casi hemos salido de una parte no recesiva de la misma pero que ahora sí podríamos entrar en la recesión, al menos en Occidente, arrastrando a la periferia tercermundista y a la economía asiática.
Pienso que esos comentarios se parecen bastante a nuestras discusiones en la nave italiana mientras navegábamos por el río ecuatoriano. Los sentidos nos informan de una realidad que a veces no sabemos interpretar. En el tema de la Crisis, al igual que en el río ya lejano que recuerdo aquí, la variable temporal no esta siendo incorporada adecuadamente a los sistemas cuantitativos econométricos de medición de los fenómenos, que están desfilando, inexorablemente, frente a nuestros ojos.
No se trata sólo de integrar o diferenciar valores de las curvas bursátiles, del PIB mundial, regional o nacional de países claves, emergentes o rezagados en el consumismo mundial. Para ver mejor es bueno posicionarse en un punto de vista conceptual desde el cual podamos observar instantáneamente la tasa de cambio geopolítico mundial, de las variaciones de las alianzas económicas, del valor real, operativo, de las decisiones soberanas de los Estados-Nación, y podríamos llegar a la conclusión que estamos dentro de un nuevo escenario mundial, un escenario crítico muy radical, del que ya sobrepasamos, hace más de cuatro años, su frontera o límite temporal inicial.
Estamos lejos, según mi criterio, muy lejos de ese límite, pero no hacia afuera de la Crisis, sino dentro, muy adentro de ella.
La variable temporal, que en todos los sistemas biológicos ordena todos los fenómenos- y la sociedad humana no se detrae de esta realidad elemental- acostumbra a ser olvidada en los análisis de coyuntura, incluso en aquello que incorporan hasta 5, o más años, pues sólo se centran, generalmente, en los aspectos econométricos de la realidad. Al proyectar temporalmente, sin embargo, una observación multivariable sobre algunos escenarios complejos no muy antiguos y medir finamente los cambios operados en nuestra sociedad no tardaremos en concluir que ya estamos en otro territorio muy alejado de la geografía del capitalismo. ni siquiera me atrevo a pensar que aún se le pueda denominar capitalismo financiero.
El nuevo paisaje que nos rodea, en el que estamos avanzando, aunque no se vea a simple vista, es un territorio lleno de sorpresas, y sera "mi placer" como dicen los amigos ingleses, compartir, desde esta lejana, lluviosa y bella tierra patagónica occidental, mis observaciones con Ustedes, en breve.
con destino Barcelona- Génova nos enseñaron, a varios de los pasajeros embarcados, cómo distinguir el lento movimiento del barco, mientras parecía que no avanzábamos por el río Guayas, aguas arriba- según nuestros ojos-, ni un solo metro.
El truco era muy simple, pero hacia falta conocerlo: coloque Ud. su mano o un dedo perfectamente perpendicular a un punto cualquiera de la orilla del río y tenga paciencia, al cabo de un momento sabrá si el barco se mueve, o es la corriente del agua la que lo hace y Ud. en realidad está totalmente inmóvil.
Si observamos la prensa internacional me da la impresión que se discute sobre la distancia temporal que nos separa de la peor parte de la Crisis, o bien que casi hemos salido de una parte no recesiva de la misma pero que ahora sí podríamos entrar en la recesión, al menos en Occidente, arrastrando a la periferia tercermundista y a la economía asiática.
Pienso que esos comentarios se parecen bastante a nuestras discusiones en la nave italiana mientras navegábamos por el río ecuatoriano. Los sentidos nos informan de una realidad que a veces no sabemos interpretar. En el tema de la Crisis, al igual que en el río ya lejano que recuerdo aquí, la variable temporal no esta siendo incorporada adecuadamente a los sistemas cuantitativos econométricos de medición de los fenómenos, que están desfilando, inexorablemente, frente a nuestros ojos.
No se trata sólo de integrar o diferenciar valores de las curvas bursátiles, del PIB mundial, regional o nacional de países claves, emergentes o rezagados en el consumismo mundial. Para ver mejor es bueno posicionarse en un punto de vista conceptual desde el cual podamos observar instantáneamente la tasa de cambio geopolítico mundial, de las variaciones de las alianzas económicas, del valor real, operativo, de las decisiones soberanas de los Estados-Nación, y podríamos llegar a la conclusión que estamos dentro de un nuevo escenario mundial, un escenario crítico muy radical, del que ya sobrepasamos, hace más de cuatro años, su frontera o límite temporal inicial.
Estamos lejos, según mi criterio, muy lejos de ese límite, pero no hacia afuera de la Crisis, sino dentro, muy adentro de ella.
La variable temporal, que en todos los sistemas biológicos ordena todos los fenómenos- y la sociedad humana no se detrae de esta realidad elemental- acostumbra a ser olvidada en los análisis de coyuntura, incluso en aquello que incorporan hasta 5, o más años, pues sólo se centran, generalmente, en los aspectos econométricos de la realidad. Al proyectar temporalmente, sin embargo, una observación multivariable sobre algunos escenarios complejos no muy antiguos y medir finamente los cambios operados en nuestra sociedad no tardaremos en concluir que ya estamos en otro territorio muy alejado de la geografía del capitalismo. ni siquiera me atrevo a pensar que aún se le pueda denominar capitalismo financiero.
El nuevo paisaje que nos rodea, en el que estamos avanzando, aunque no se vea a simple vista, es un territorio lleno de sorpresas, y sera "mi placer" como dicen los amigos ingleses, compartir, desde esta lejana, lluviosa y bella tierra patagónica occidental, mis observaciones con Ustedes, en breve.