EN ESTA ALTA MADRUGADA
salgo a caminar
mi ciudad queda
Calles silenciosas
edificios apagados
Y vago por esquinas
que has doblado
que hemos caminado juntos
tomados de la mano
Llego hasta ese navio andino
anclado en Santiago
y subo por el cerro Huelén
oscurecido
peligroso
y me pregunto
el sentido de las cosas
que en unos años más
ya no serán
De regreso
cruzo calles
donde duermen gentes
cubiertas por cartones
Y recuerdo que pronto
estare a tu lado
y que antes del sol
untare mis manos
en aceites perfumados
suaves
y mientras duermes aun
lentamente
ire despertando
tu blanca piel
con morena mano
Cuando al fin abras
azul
sabré que tu presencia
es aqui y ahora
el muro que contiene
los limites de lo claro
y es también
el limite que me separa
de lo oscuro
de la noche que termina
justo en el limite
de la sábana
donde
duermes
Igor Parra
en Ejercicios Para Ausencia