vidrio espejado
continente
de tus brazos fibrosos
intentas escapar de tus sombras
oblicuas
yo retengo
tus ligeras y largas piernas
en mis mejillas
con labios
dientes y lengua
cuando apoyas tu cara transpirada
en el vidrio
tus manos
se arrastran
en direcciones opuestas
con las palmas
temblorosas y húmedas
dejas un rastro
una huella con estaciones
de intensidad suma
marcada por tu transpiración
cuando tus manos
olvidan su función
de sostener
tu ágil masa
ahora solo retenida
por el aire
cristálico del espejo vidriado
Te admiro
en tus extasis
temiendo apenas
que desaparezcas
a través
del espejo
empañado
por nuestro común esfuerzo