Tu Norte mi sino
Aquí
en el Sur de muy al Sur
al Norte
hay un desierto mineral
con días secos y ardientes
con noches siempre frías
muy frías
Pero
al Norte de mi país
jamás la obscuridad es gélida
Durante esas noches
en tu Norte
encuentro el calor húmedo
de tu boca
que
arde
conmigo
Allí
próximas
a Poniente y Levante
hay espesuras
suaves
tibias
cercanas al cuello
donde tus oídos
escucharan mi respirar
También
en mi Norte
hay dos cuencas
llenas de ojos profundos
que se cerrarán en tus gemires
para ver
sorprendida
estrellados cielos diurnos
junto a los soles
de las noches largas
sin brevedades
Y así
en apariencia
ocultos
cuando tus fulgores
ambos faros de mi país
me marcan
el rumbo
en ti
porque
en tu Norte mi sino
Raudo voy
por tu istmo
de cuello largo
bien orientado
hacia Poniente
Pero si te giras
ahora
en el mismo sitio
del lecho
emerge Levante
Empero
si la mano de Oriente
se aferra a tu Occidente
por ejemplo
un seno
o
la cadera
y me giro sobre
el codo de Oriente
los dedos se hunden
en nuestros mares agitados
de sabanas revueltas
Y al emerger de esos tormentosos paisajes
muerdes mi istmo cuello
y me rodeas entero
y me estrechas
y te sé
aletargada
tranquila ya
en los altiplanos
y valles
de mi espalda
La arqueologia de un beso
parece tan improbable
como el calculo de las parabolas
de tus supiros
o de un gemir
Nosotros hacemos esa arqueología
que siempre es dolorosa
porque llego a reconstruir tu paso
por mis tiempos y lugares
con cosas materiales
infimas
que dejas tras de ti
Por ejemplo un cabello tuyo
un solo cabello tuyo
me sirve
para saber como es toda tu cabeza.
Una prenda cualquiera
me permite saber de tu cuerpo
de tu temperatura
de los perfumes con los que vivo
cuando estas junto a mi
Recoger cada uno de esos fragmentos
de momentos y lugares
me hace arqueólogo de tu ausencia
que a veces es larga
y por ello apuro
la conservación preciosa de cada traza tuya
Sabes ya
y si no te lo digo ahora
que me ato con tu cabello
el sexo
y ahi queda por tiempos sorprendentes
a pesar de la ducha
incluso de la piscina o del mar
Esto lo descubri con asombro
y resulta increible
pero es la obstinada verdad
arqueólogica
tu recuerdo material último
que se resiste a perderse en el olvido de las
sábanas
tumultuosas de nuestras presencias huracanadas
y de nuestras calmas impacientes
Después del amor
siempre quedan pequeños vestigios
de tu paso
y yo me empeño en encontrarlos todos
aunque esté horas y horas
y el premio siempre será amargo
porque al descubrirlo
a pesar que te rehago un poco entre mis dedos
que acarician ese cabello
ese cabello
tu no estás
no estás
a pesar
de mi ciencia excavadora
de tu ausencia
Igor Parra
Del Testamento Poético de Pasiones