NO ESCUCHAS
acaso
el sonido de la luz
iluminante
que brota de tu piel
cuando la acaricio?
No ves
entonces
el rumor
estruendoso y silente
de mis manos
en tu cintura?
Quedo
yazgo
frente al eco
de tu luz
Veloz
avanzo
desde tu centro
hacia los extremos de mi universo
de una noche
en una noche
iluminada por la fricción
ardiente
de tus gemidos
en la etérea atmósfera
que tu y yo
creamos
con piel y besos
con piel y besos
Y en esos fuegos
originarios
esenciales
mi monte en llamas
se tiñe con la luz
de tus susurros
de tus susurros
intimos
preciosos
necesarios
a veces próximos
nunca
lejanos
necesarios
a veces próximos
nunca
lejanos
Igor Parra
en Arqueología del Futuro antiguo