NUEVE GRADOS CELSIUS
en esta primavera del sur
La brisa polar cambia
el color del cielo santiaguino
el color del cielo santiaguino
Entre los edificios nuevos
brilla un sol opaco
aun más lejano
que en otras partes del orbe mundo
Las gentes de la antigua Chimba caminan
cerca del rio de la tierra
a pesar del frio
y su pobreza
entre vitrinas luminosas
llenas de cosas caras
pero posibles todas
si pagas en cuotas
infinitas
y usureras
Aqui un militar impuso
hace cuarenta años
para mano ajena
para mano ajena
la ley del mercado-extremo
a sangre y sangre
pagada en cuotas frias
por los valientes
y en paños tibios
por los timoratos
Pero veo y escucho
atento
el rumor de la calle
de los patios
Y
por el aire
por el aire
ya llegan brisas nuevas
La sonrisa joven
trae
en el ojal
olor de primaveras
envuelta en rumor
de multitudes
de multitudes
Pero aun falta
el engrudo que cuaje
tanta fuerza
tanta necesidad
y exigencia de vida
sin hipotecas
Ni politicas
ni economicas
ni teóricas
Lo nuevo
nuevo
Con raices en suelo hondo
pero solo con objetivos
que las manos
y las mentes
puedan
hacer realidad
sin sangre
Y al regresar
ya oscuras las nubes
que nos llegan del sur
un solitario violinista
en la vacía calle Huérfanos
lanza al aire frio
sonidos tenues
que me recuerdan
aquí
en el sur del mundo
las calles de Praga
y Paris
en otras primaveras también frías
que
empero
nos calentaron
los corazones
y nos aguzaron
el seso
Igor Parra
en "Arqueología del futuro antiguo"