ABRIRE TODAS LAS PUERTAS
y todas las ventanas
para que el viento del sur
se lleve lejos
los suspiros de antaño
que inundaban
mi casa
También quemaré incienso y mirra
para amarrar a sus volutas los recuerdos
Y dormiré con tu pierna
encima
de mi cintura
y dejaré las manos
enredarse
moribundas
en tu cabello
Al respirar encandilado
sentiré quedo ya tu pecho
semiluna creciente
estero y canal de mi saliva
valle ventoso
a cuyo borde camino
sin temor
resuelto
Porque mi casa se llena de luz
y el silencio se desvanece
como la niebla al amanecer
de una vida nueva
Aún está fresca la mañana
pero sé que el mediodía
se acerca
y en su zenit
las sombras de poniente se estrecharán
y cuando lleguen las de levante
ya estaré lejos
en el occidente de tu piel
Igor Parra
en Arqueología del Futuro Antiguo