a tu templo
oh Diosa mía
llego desnudo
La primera oración
la formulo entre tus piernas
la lengua rumurosa
los labios musitantes
La segunda plegaria
por tu infinita bondad
la rezamos de pie
piel contra piel
y con los ojos
abiertos
La tercera plegaria
son para adorar
con dedos y lengua
y saliva y hombros
y cuello
tus pies de Diosa
La cuarta
ensalza tus mejillas luminosas
tus ojos celeste gris verdosos
con el halito
cercano de mi boca ardiente
La quinta
sublima nuestras manos
brazos
y torsos
con nuestras salivas mezcladas
al dulce vino de Alejandría
La sexta oración
me regresa a tus piernas
donde las palmas de mis manos
te dominan con fuerza
mientras mi cabeza se hunde
en mi dulce noche
La séptima
saca mi alma Ka
y la acerca a tu alto espiritu carnal
a través de sendas múltiples de placer
Todas las oraciones
hacen de ti
oh Diosa
un haz de potente luz
que reverbera
en éste
tu sacerdote
Or
Humilde amante tuyo
que siempre preferirá
mil veces la eternidad
de beber tu-mi saliva
restregada en tu cuello
en tus pechos
en tus caderas
en tus nalgas
en tus piernas
y apartar lejos el caliz-espejismo del vino
Porque del fruto fermentado de la parra
sólo espero lo fugaz
Mientras que de la llave luminosa
de tu saliva mezclada a la mía
universos enteros y reales
tan reales en tu piel dulce
que se abren a lo largo de la noche y el día
por debajo y encima de nosotros
en elipses arremolinadas
que nunca son fugaces
pues son fruto eterno
de deseo y pasión
encarnados
Memoria de Viajes Muy Secretos
Ig or Parra