AMOR FUGAZ
en verdad efímero fue
pero cierto
No traicioné
Sólo al escuchar tus duras palabras
las más duras oídas por mi
te alejé
Y fueron ciertas mis palabras
En todas las lenguas
que nos gustaba escuchar
Cuando te susurraba en la alta madrugada
según las reglas de la época Heian
“koikoite/mare
ni koyoi zo/ozaka no/ nazaku mo aranamu”
tu crees que no era cierto
nazaku mo aranamu?
Dejame decirte joven mujer
que palabras
como piedra
construyeron
el puente sobre el rio de la noche
que me alejó
de ti
y de tu bello castellano inteligente
de mis poemas leidos por ti
de tus conocimientos de Asia
y de la lengua de Guillermo Rompelanza
que también me apasiona
Si juntos escuchamos a Juan
explicar la gran verdad
escrita en el libro de la Ley de sus mayores,
que míos son también:
“evel evelim hakol evel”!!
cómo dudas que sepa de lo efímero de todo
y que tenga tiempo
ni siquiera un segundo
para la
traición?
No será “evel”
de ti?
Según tu
aunque yo sea un privilegiado
recuerda que
ambos
“mai te ara huru
kê huru kê huru kê a
mâtou i tuDu mai ai
huru kê huru kê te reDo
ki te reDo kore”
O acaso la muerte me ronda
ahora más próxima
en mi carne
quizás
quizás
por ti
y sin embargo esa incerteza
dura y total
no fue lo que nos alejó?
Ese camino lo construiste
no en la carne
sino con palabras
que hicieron preguntarme
“Was soll ich
länger weilen
dass man ich trieb hinaus?
Y yo no espero en el amor
al desamor
Aunque
Periplanizíkame mia nújta
Sta mustíria
Psájaname gia éna katafugio
san duo nomádes
tres frases
tres frases
y mi barca de colores
hacia otras noches
otro refugio
Porque
Amor Fugaz
no es
“guezérah chavah”
leida a la ligera
en Liqouté chikhehah ou-féah
Porque mi único
privilegio
el que comparto con
Lawrence
It´s that I´m a dreamer of the day
For I may act my dreams with open eyes
To make them posible
Así fue como te encontré
“Fools say that they learn by experience
I prefer to profit by
others experience”
Por eso
cuando me ametrallaste
con dardos verbales
supe que después
vendrían cañonazos
y siguiendo al maestro
Lidell Hart
no me hace falta un
ataque frontal
para conocer la fuerza
de la destrucción
directa
de mi corazón
Lo preservo
casi intacto
a pesar que te lo dí
durante cinco semanas
Y fui tuyo ese tiempo
Totalmente
Pero ya no
La paradoja
de este efímero momento
hela aquí
nos acercamos por la palabra escrita
y nos departimos
por la palabra dicha
Igor Parra