ALGUNOS POEMAS ATRÁS
dije que no volvería a buscar las cenizas de mis libros
dije también que aceptaba perder
mi abrigo peruano
y mis botas rusas
y mi ropa de alpaca
Y ahora me llegan esas cosas que creí perdidas
desde allá
en un paquete que huele aún a leña
del monte serrado
desde la orilla del río que atravesó Aníbal
desde los campos de batalla de las guerras púnicas
de la guerra de España contra las tropas de Franco
Hitler y Mussolini
Y aquí
entonces
me obligo a pedirte perdón por esas líneas furiosas
pues no las habías quemado
ni tus perros sobre ellas se tendieron nunca para dormir
en sus noches de guardia junto a la chimenea
Cómo podía dudar de lo que me dijiste
no lo harías?
Si durante treinta y ocho años aprendí día a día
que lo que allá se decía
así se hacía?
Pero ésta ha sido quizás la excepción
y te lo agradezco mucho
porque mis botas me recuerdan a Nicolai Soutarmin
porque esas ropas de alpaca y vicuña me acercan
a las calles y montes cusqueños
que quizás no vuelva a ver en vida
porque la Biblia Vulgata que no quemaste
me devuelve a textos que frecuenté
con ahínco apasionado
No hubo fuego ni rabia
y me sorprendes
No hubo cenizas ni trapos arrastrados por tus canes
Por eso aquí hay
mis disculpas
Y si dije en público
que ni las cenizas de mis libros iría a buscar
También debo decir aquí
que volveré a leer alegre
cada línea de esos viejos textos
y que cada página volteada
tendrá un fugaz recuerdo agradecido
por no haber inquisitoriado las cosas
que en tu casa dejé
pensando que volvería
alguna vez
Igor Parra
No hubo fuego ni rabia
y me sorprendes
No hubo cenizas ni trapos arrastrados por tus canes
Por eso aquí hay
mis disculpas
Y si dije en público
que ni las cenizas de mis libros iría a buscar
También debo decir aquí
que volveré a leer alegre
cada línea de esos viejos textos
y que cada página volteada
tendrá un fugaz recuerdo agradecido
por no haber inquisitoriado las cosas
que en tu casa dejé
pensando que volvería
alguna vez
Igor Parra