LA BRISA DE ESTE AMANECER
fresco y oceánico
funde en el horizonte la noche y el mar
Hay un instante preciso
quizás breve
vivido largamente
en el que el limite del gris oscuro oceánico
es continuo hasta el infinito del cosmos
Hora matinal de susurros y gemidos muy tenues
momentos previos al primer albor
cuando la luz separa
las aguas del océano de los cielos remotos
momento lleno de silencios densos
completos
junto a tí
Y el mundo envía sus señales
a través de la ola
que bate pertinaz esta tierra mineral
y que yo escucho atento
mientras tu duermes
feliz
Igor Parra
en Arqueologías del Presente