treinta y uno de julio
en Bellvitge natalicio de
san ignacio de loyola
misa y almuerzo con amigos
y conocidos de décadas atrás
muchas
cuarenta años atrás y más
la vida
y el tiempo nos han vuelto a reunir
al menos por unas horas por unos dias
quizás
heme aquí ferviente sacerdote
de la carne de mis diosas ya idas
oteando hacia puertos y playas
y continentes de pura acción asceta
del pasado reciente recibo cariñosas señales
para que regrese a esas playas y puertos
de mi última residencia en mi tierra chilena
señales intensas
no entiendo porqué me llegan ahora ya embarcado
porqué no las recibí con esta claridad mientras
hacía el leve equipaje que me acompaña
en esta itinerancia remota de la carne
de mis espacios criollos
y así estoy en una encrucijada
de fuertes corrientes causadas
por mares y olas australes
mientras navego por el lejano mediterráneo
igor frente a Montjuïch un dia de calor
en Bellvitge natalicio de
san ignacio de loyola
misa y almuerzo con amigos
y conocidos de décadas atrás
muchas
cuarenta años atrás y más
la vida
y el tiempo nos han vuelto a reunir
al menos por unas horas por unos dias
quizás
heme aquí ferviente sacerdote
de la carne de mis diosas ya idas
oteando hacia puertos y playas
y continentes de pura acción asceta
del pasado reciente recibo cariñosas señales
para que regrese a esas playas y puertos
de mi última residencia en mi tierra chilena
señales intensas
no entiendo porqué me llegan ahora ya embarcado
porqué no las recibí con esta claridad mientras
hacía el leve equipaje que me acompaña
en esta itinerancia remota de la carne
de mis espacios criollos
y así estoy en una encrucijada
de fuertes corrientes causadas
por mares y olas australes
mientras navego por el lejano mediterráneo
igor frente a Montjuïch un dia de calor