Cuando fui a la India
la primera vez
ciento y más cosas
aprendí
Por ejemplo
a sostener tus tobillos juntos
a besarlos
mientras tu meces la cadera
Bebí y comí
a orillas de rios dorados
crucé un desierto
y llegué a las montañas
donde nacen ríos jóvenes
de solo tres millones de años
En un palacio supe más de ti
porque me enseñaron que al amar el cuerpo
debia penetrarlo con los ojos también
Entonces entendí que tu venias
de más allá del mar viejo
de más allá de los montes hititas
y de los dos ríos que allí nacen
Porque recordé
que contigo
en los largos momentos del placer
tus ojos
tus ojos
tus ojos
me guiaban al centro de tu luz
¿Cómo niña
si no eres hindú
ya sabias antes de mi viaje a tu lejana tierra?
Y proseguí mi marcha
hasta encontrar estatuas de amantes
con nuestros mismos ojos abiertos
en el momento del abrazo tierno
en el momento del beso profundo
Cuando los músculos
todos
tiemblan
en el placer
Y ahi en ese último palacio
que visité
ví lo que luego te enseñé
y que no sabías
Porque supe
cómo hacer de las sillas
lugares más gozosos que los talamos
En otro canto te diré
lo que en el segundo viaje aprendí
Ahora
pasa y sientate
por favor
mientras mordisqueo tu oreja
y canto
al oido
“maai ni main kinoon akhan dard wachore da hal “
suavemente
y te desvisto
a la luz
del sol
De Memorias de viajes secretos
Igor Parra