TU
eres
agua del oasis
más umbrío
del desierto más yermo
Tu
agua fresca
rumurosa
que me lava las heridas
del cuerpo
que me estira las arrugas
de mi corazón viajero
Tu piel miel
es el dulce centro del palmeral
donde llegué moribundo
apenas sin fuerza para vivir
Desde ti
entreveo el alto y claro cielo
a través de tus pechos
En ti sé leer la cábala
entiendo el talmud
y me rio de la torá
Contigo no hay diez negaciones
sino diez afirmaciones
rotundas
que se enuncian solas
al recorrerte calmo
sin prisa alguna:
Sí vivirás
Sí besarás
Sí acariciarás
Sí sonreirás
Sí desearás la mujer del prójimo
Sí viajarás
Sí perdonarás
Sí festejarás
Sí bailarás
Sí serás feliz