Corría el año 1974
el secretario general de mi organización clandestina
que se batia a tiros contra Pinochet
habia muerto en combate hacia 3 semanas
Ya era prisionero del Ejercito de Chile
a las 9 de la mañana
en la Escuela de Suboficiales
un dia lunes 28 de octubre
Ya me habian hecho el primer interrogatorio
y ya estaba encerrado en un cuarto sin luz
ya me habian retirado los cordones de los zapatos
el cinturon y los documentos
mis cuadernos y libros escolares
se quedaron encima de mi pupitre
y ahi permenecen aún en mi memoria
no los volveré a ver nunca más
Hacia media mañana me llevan
a un local de la inteligencia militar
Oficina amplia, muchos teléfonos
desde los que se reclutan
soplonas principalmente
como aun no me privan de la vista
veo y escucho asombrado
el intenso ajetreo de la represión
En un momento cualquiera despues de minutos sentado
como si se me hubiesen olvidado
mi vista se fija en un cuadro colgado
al otro lado de la amplia sala
Ahi estaba mirando hacia el infinito
hacia un futuro ario de mil años
Adolfo Hitler
Con su mano en la cadera
botas negras
una especie de abrigo largo
Es una imagen famosa que he visto muchas veces
en los libros de la Segunda Guerra Mundial
en la biblioteca de mi casa
Pero no puedo salir de mi asombro al verlo
justo frente a mi
Mal presagio certero
del recorrido que me esperaba inminentemente.
El teniente paracaidista que me secuestro
el teniente Pedro
después general de la Republica
entró con paso firme a la sala
pero ahora venía sin uniforme
elegante en un traje civil
ojos claros y rubio
Entonces y recién entonces entendí
que estaba al borde de un sistema nazi-chileno
una maquina muy eficiente de represión violenta
un mecanismo de selección para morir
no sin antes ser destrozado de diversas maneras
no sólo para responder
sino también para quebrar la mente y el espíritu
Esto que resulta obvio ahora
no lo era en esa época
Ese mismo día siguieron 4 interrogatorios más
en una espiral de violencia calculada
al final del dia
me llevan ya vendada la vista
al lugar donde se interrogaba con aquellos métodos
que me advirtió el teniente Pedro que usarían
si no entregaba nombres y direcciones
en otro momento narraré con estos métodos pacíficos
y sin rencor el periplo del dolor no ya mio
que es lo menos traumático
el dolor propio
sino el de las compañeras y compañeros
que estaban ahi en ese lugar de muerte
sobre todo el de las compañeras que me acompaña siempre
siempre siempre
nada me sorprendió ya
todo estaba claramente delimitado
al ver al preclaro Adolfo
en su gesto decidido de odio racial
que reinaba en esa oficina de la DINA
y que planeaba eterno en su error estratégico
sobre los ruidos mundanos
burocráticos de esa oficina
donde se organizaba el terror
meticulosamente
podria decir con conocimiento de causa
meticulosa
cuidadosamente
Después la vida siguió su curso extenuente
en esos dias y semanas que siguieron
tuve suerte
el general Bonilla y mi padre lograron sacarme
antes de que me terminaran de destrozar
Pero no dije nada de lo que querian saber
porque
oh paradojas del destino
aunque muy germánico ejercito
con un guia espiritual tan eficiente
como Adolfo en esos momentos
nunca supieron en realidad quién era yo
en el esquema organizativo
y sus preguntas apuntaban a dianas menores
Era una lucha contra el tiempo
no podria aguantar mucho tiempo más
y ya habia comenzado esa triste pero necesaria acción mental
de ponderar qué personas ajenas a mi grupo rebelde
debería ir señalando
antes de llegar al núcleo de la cuestión
que nunca imaginaron
porque si lo hubiesen llegado a adivinar
ni el Papa de Roma me saca de ahi
En fin
queria narrar esta dura circunstancia
a mis 15 años de vida
porque cuando digo que siempre me solidaricé
con todos los prisioneros y personas civiles
asesinadas por los alemanes en la Guerra Mundial
dirigidos por ese inefable Adolfo
es que sé muy bien lo que significa la muerte próxima
y decidir morir con la mayor dignidad
Por esa misma razón hoy también digo que
solidarizo totalmente con esas personas inocentes
asesinadas por mor de una ideologia centro europea sionista
que ha caido como una piedra fanática sobre los habitantes de Palestina
Por ello solidarizo con el dolor de cada madre de cada hijo atemorizado
por la brutalidad alemana de sus torturadores judios.
Gran paradoja
increíble para uno
que ha tenido compañeros judíos de lucha contra Pinochet
torturados y asesinados por aquel ejercito sureño
en el que también he tenido familia paterna muy querida
Otra paradoja del Macondo continental.