viernes, 16 de junio de 2017

catástrofes análogas

La Torre quemada en Londres y los detalles que emergen sobre la especulación en los materiales de construcción me traen a la memoria casos similares. El año 2012 recién regresado a esta patria americana tuve oportunidad de vivir cercano otra tragedia, esta vez marina, pero donde el común denominador es la especulación causada por el consumismo desenfrenado, insostenible.
Les repito este post del 2012, observen a su alrededor y piensen sobre ello:

martes, 17 de enero de 2012

evolución de hoy vista desde el sur del sur II

EL NAUFRAGIO:
analogías para el momento presente

Igor Parra

El 26 de noviembre embarqué en una nave de la compañía Costa cruceros para ir desde Barcelona a Buenos Aires. Durante el trayecto pude observar una muestra excelente de lo que la sociedad europea de hoy mismo brinda materialmente a los arqueólogos del futuro.
El naufragio reciente en costas italianas de una nave gemela me hace reflexionar sobre las causas no sólo del incidente mortal del Costa Concordia sino de los casi accidentes que sufrimos en la navegación del Costa Mágica. Esta reflexión la avalo con el conocimiento personal que ya tenía de mi travesía transoceánica 37 años atrás en otro barco italiano, de la compañia naviera ya desaparecida Italmar, desde Valparaíso a Barcelona.
La diferencia fundamental entre la travesía del año 1974 y la del año 2011 no sólo es el tamaño del barco, sus volumenes sus esloras, sus mangas, el numero de pasajeros. Hay una diferencia de concepto fundamental: hasta los años 70 del siglo XX, los barcos de pasajeros transportaban pasajeros de un punto a otro. En estos transaltlanticos modernos como los Costa el objetivo principal es el hyper consumo de la carga humana, es como viajar dentro de un mega Mall en movimiento. Así vivir una experiencia de viaje en una plataforma de super consumo es como adentrarse en el vientre y en la  sangre del sistema neoliberal. Cada pasajero vale no por su vida sino por su cartera, su billetera su peso como consumidor potencial. Todo abordo esta planificado al milimetro para generar el consumo incluso de las cosas más nimias, o necesarias. Por ejemplo el agua. Para consumir 13 litros de agua la compañía Costa pide por un "ventajoso pack"  la friolera de 25.95 euros. En mi pueblo andaluz 8 litros embotellados cuestan 1, 6 euros, y ya es caro. A partir de este detalle diario, cotidiano, no se escandalizarán saber que una excursión por las cocinas y lugares técnicos del barco Costa Mágica se intentó cobrar 70 euros a cada persona inscrita. Y así un suma y sigue que nos muestra cómo una sociedad desatada a sí misma, anarquicamente gobernada por los más ricos, sin responsabilidades ciudadanas genera exactamente lo que hemos visto en medio del drama del naufragio en las costas italianas: los responsables de la catástrofe huyen, se salvan y son las personas humanas de la parte baja de la sociedad  embarcada, los camareros, los marineros, los oficiales conscientes de su responsabilidad social, los que ayudan a salvar la gente en apuros de muerte.
En esos barcos reproducimos lo bueno y lo malo de la sociedad que produce esa realidad social y económica en tiempos y espacios finitos, por eso digo más arriba que es un ejercicio excelente para la arqueología del futuro. 
El Titanic naufragó por razones de mercado menos sofisticadas: la velocidad del crucero se debía mantener a toda costa para competir con otros modelos de naves similares. En Italia un mando corrupto por el consumo desenfrenado que se promueve en su nave borra todo código de honor, toda responsabilidad y en medio de la noche, del naufragio, huye para salvar la vida de forma irresponsable.
Al mirar de más cerca los objetos análogos, barcos hundidos y sociedades hundiendose, aparecen lecciones interesantes. La principal para mi es que no todo esta perdido y que obviamente hay mucha vida más allá del barco lastrado y de las sociedades que se hunden bajo el consumismo neoliberal desenfrenado, feroz, inhumano. Al final de la catástrofe aparece otra vez el hombre y sus filias, o adaptaciones evolutivas, profundas por la solidaridad, la acción coordinada, los objetivos comunes. Precisamente todo lo que el capitán del barco italiano olvidó cuando empezó a huir deshonrosamente. Lo hizo porque los valores exaltados de esta coyuntura son el individualismo a ultranza, el egoísmo,el consumir hasta morir en el intento, la insolidaridad


lunes, 12 de junio de 2017

noche infinita chilena, métrica simple para lo complejo

 NOCHE infinita
al final apercibo la flaca (chilenismo)
es una noche larga de semanas
que faltando horas para el veredicto
se achica y se encoge
como un pene bajo un chorro de agua helada
No veo cerca el muelle etéreo sobre el tamarugo
mi barca esta presta desde hace 43 años
un poco mohosa
pero aun flota
y me llevará a la otra orilla
sin pagar la moneda al barquero.

Al final de esta noche larga de dolores meros
superficiales
que me llevan al embarcadero feliz
sin reproches
no desdigo nada
lo repito todo
al que nació después que yo lo desconozco
a la que me amó tanto
en esta hora de brisas tamarugales
la respeto
a la que me usó como un chicle que se joda
en su patria fenicia-inglesa
que su  marido la aguante
yo no
a la amiga catalana cerca del tren nocturno
la recordaré entre nubes de cannabis feliz y muy atlética
a la italiana del perfil de Cimabue me encantó su elegante salida de escenario
 sin reproches a pesar de las intensidades gozadas
a la morena casada y desvariada
 feliz de gritar noche tras noche
muy desaforada
 que adoraba el pico
para escándalo de mis beatas vecinas de Agustinas
una leve sonrisa sardónica
al final la devolví a su burgués matrimonio de 7 hijos
A la morena escandalosa que me sedujo después de dos conferencias discretas
en Le Monde Diplomatique un pensamiento bebido en copas de vino y gemidos tales
que despertaban a mis vecinas viudas , beatas y solteras.
Pero las vecinas casadas no se espantaban tanto con mis caricias de tu clítoris aullador.
Con el pie vacilante en la barca que flota sobre el tamarugo de mi muerte
los cabellos rubios de mi alemana me intentan amarrar a esta parte de la realidad
amorosamente
aun debo pensar si me dejo llevar por ella o me voy con su recuerdo
el último de esta era de acción intensa
hacia el poniente
con su memoria de espejos, de sombras, de goces, de velas,  de voz envolvente y germana
todos ellos arremolinados
en la vela mayor que me impulsa hacia occidente
mi casa eterna donde al fin llegaré al latín,  al hebreo, al bello y divertido árabe pre islámico, al alto alemán, al heleno eterno

y felices escriban en el aire mi epitafio

apoieton ou´d an xronos dunaito zemen ergon telos!


Igor Parra ligero ya de equipaje...y listo para el viaje (métrica simple para lo complejo)