viernes, 16 de octubre de 2020

El Reloj Chino (Primera Parte): la super síntesis de Mao

 

I.

En ocasiones anteriores, a lo largo de los 10 años de este blog, he comentado varias veces que en sentido estricto, para mí la clave de la estrategia consiste en el tiempo, el uso del tiempo, la comprensión de sus momentos. El espacio en sí es una variable menor, en lo absoluto, del problema fundamental de la estrategia.

Creo tener opinión propia sobre estos asuntos, pues no solo estoy imbuido de nuestros clásicos occidentales,  y de los más destacados de los orientales, por análisis cuidadoso desde 1977, mientras estudiaba en Barcelona mi primera carrera de Prehistoria e Historia Antigua, sino que he podido utilizar y practicar el uso del tiempo en primera línea. Y lo he hecho desde la coordinación de complejas acciones sociales  en el espacio mediterráneo español como parte del movimiento ecologista. Incluso en materias muy delicadas de tipo militar, por ejemplo la contaminación por Plutonio militar norteamericano de unos cientos de hectáreas en el sur de España (accidente nuclear de Palomares, operación Broken Arrow) derivadas del accidente aéreo en 1966 que precipitó a tierra 4 bombas H. Tardé 10 años en modificar las condiciones que encontré el año 2000, al asumir estas responsabilidades de coordinación tanto a nivel andaluz como locales en nombre de la confederación andaluza de Ecologistas en Acción. Recién el año 2011 algunas de las condiciones significativas que atascaban la solución del problema cívico militar empezaron a re-orientarse hacia una solución pragmática, que aún no se termina de concretar. Fuerte, pues, de esas lecturas y de esas experiencias y otras en el mismo sentido y magnitud, oso proponer un breve comentario en tres momentos sucesivos (uno por semana) sobre el núcleo central de la estrategia cívico militar de China y los escenarios que se derivan de ello, que me temo no coincidan con los normalmente al uso en Occidente.

II.

Dicho esto, y en línea con mis a-periódicos comentarios en este blog sobre la situación en Egipto, el Próximo Oriente (Siria, Israel, Palestina, Turquía), acentúo aquellas visitas esporádico- analíticas aún más hacia el oriente. 

En mi  blog Abrupt Civilization Change empecé a exponer mi punto de vista sobre cómo entendía cambios de civilización estratégicos radicales, con o sin destrucción material. Cuando nos acercamos a China nos imbuye una sensación de entrar en un espacio  donde el pensamiento estratégico ha sido no sólo conceptualizado sino que puesto en acción de forma eficiente, a lo largo de varios grupos de cientos de años que suman milenios, con escasas soluciones de continuidad. Ahí el mayor cambio radical estratégico surgió a la muerte de Mao con el  desarrollo de una acción inédita de muy largo alcance, que en Occidente no se entendió inicialmente: la síntesis operativa del exitoso capitalismo occidental con una forma local de comunismo de guerra, de hecho una variante de aquél que impusieron triunfalmente los bolcheviques hacia 1922 sobre las ruinas del derrocado Imperio Zarista, y sobre las derrotadas alianzas occidentales para reprimirlo militarmente.

III.

Mao concibió años antes de su muerte el principio teórico fundamental utilizado por la dirección político militar del sistema chino durante la transición post Mao. Este concepto maoísta (ya lo hemos comentado en este blog algún tiempo atrás), su principal aporte a la teoría política, se basa en cómo se supera el debate hegeliano, marxista y leninista "clásico" sobre la realidad. Hasta Mao el nivel superior del proceso histórico socio económico de tesis, antítesis y síntesis terminaba con "el cambio de la realidad" que surge de una voluntad política organizada y orientada a la toma del poder para, precisamente, "cambiar la realidad" de las condiciones de vida de la población. Mao propone algo radicalmente diferente, superando la síntesis  clásica, que él critica como "débil": pues ya no basta con interpretar la realidad, ni con cambiar la realidad...sino que: hay que crear una nueva realidad.

 Así, los sucesores del "gran timonel" no profundizaron los errores del comunismo de guerra practicado por la Unión soviética y sus satélites, pues hicieron tal cómo había escrito su líder: no reinterpretaron ni  cambiaron la realidad...crearon otra realidad. Hicieron la síntesis estratégica más innovadora desde el concilio de  Nicea, 1694 años atrás, cuando el Imperio romano se convierte al cristianismo. La síntesis maoísta la podemos denominar como Super Síntesis pues supera el anterior nivel de análisis y práctica estratégica. Fue un adversario político de Mao, Deng Xiaoping , quién puso en marcha el experimento, pero conceptualmente estaba totalmente en la línea teórico política que había creado Mao. Así, todos los cuadros políticos-militares y civiles de cualquier rango conocían perfectamente esa parte del legado teórico de Mao. En Occidente sólo los comunistas maoistas que habían leído a Mao comprendieron desde  la década de los 70,  de igual forma que los ciudadanos chinos, el profundo significado de ese concepto, de esa Super Sintesis, cuando se inician 10 años después, las profundas transformaciones económicas en China. Lo que desde Occidente se veía, erróneamente, como la occidentalización parcial de un régimen comunista, para millones de cuadros superiores, militantes del partido comunista chino y ciudadanos corrientes, era la creación de una  realidad nueva, no un mero cambio de la realidad. La banda de los 4 pertenecía al pasado con su crítica a la nueva política, ellos estaban por cambiar la realidad, y perdieron totalmente.

Entonces, ahora podemos avanzar y preguntarnos : ¿la dirigencia político militar china al crear otra realidad socio-económica, capitalista-comunista, cambiaron igualmente las bases de su antigua escuela de pensamiento y prácticas estratégicas civico-militares?


Igor Parra,  Vitacura