viernes, 8 de noviembre de 2013

casi haikus primeros

tu mano 
tranquila
en los pliegues
abiertos
de la sabana


al atardecer 
iluminada
pues me voy
cuida de mi casa
mariposa

qué linda 
después de la tormenta
tu piel reposada

bebamos
 hasta la luz 
del alba

solitario
en la alta cumbre andina
miro al cielo
iluminado

 tantos recuerdos
tantos tantos tantos
ninguno malo
y solo uno 
triste

al acurrucarme
junto a ti
oi como un corazón
las olas del mar

Arroyo claro y tranquilo
llegas al mar 
a fundirte en azul

en el desierto
mi sombra y yo
regresamos a casa

brisa primaveral
agitas las banderas
y nos empujas
al futuro


Igor Parra
en "Primeros ejercicios asiáticos"