jueves, 21 de noviembre de 2013

LOS DATOS DE SNOWDEN: ESCENARIOS


Los Datos de Snowden: 
 Escenarios Tentativos Para Futuras Arqueologías 
Del Poder Estratégico 
Militar y Civil

Igor Parra


Llama la atención el enorme flujo de datos repertoriados y almacenados por la inteligencia electrónica de los EEUU, según se ha revelado recientemente a través del ex agente Snowden.

 Aceptemos como buena la explicación periodística sobre el uso de los datos, es decir que se trata de un análisis del tráfico de llamadas, sin entrar, aparentemente, a realizar escuchas o lecturas masivas de esos mensajes, aunque los medios automáticos para hacerlo existen, a través de la detección de palabras predeterminadas que señalan su uso, en la mensajería privada y gubernamental, a los controladores del tráfico telemático mundial.

Resulta interesante pues formular las preguntas que se derivan de este fenómeno: en la que se hace un seguimiento masivo, automatizado de millones de llamadas telefónicas y mensajería privada en decenas de países, aun teniendo la posibilidad de detectar contenidos específicos tanto militares, como de negocios, como de decisiones políticas o incluso simples conversaciones particulares (para analizar información operativa o el estado de opinión en diferentes países,  o en los mismos EEUU). Cómo se explica esta sobreabundancia de análisis a través de dos métodos diferentes? ¿No son redundantes? Y si no lo son ¿cómo entender que sean complementarios, eventualmente? ¿O se trata de aquello que ya hemos mencionado, varias veces en los últimos años en este blog, y que hace referencia a lo que Bachelard denomina “Fascinación por el Instrumento”?

En unas decenas o cientos de años más los arqueólogos del futuro deberán explicar estos grandes edificios tecnológicos de los centros de escucha y análisis del tráfico de comunicaciones, generalmente localizados en la proximidad de los centros de decisión política a escala de los diversos Estados que poseen estos instrumentos de observación y análisis.

El gran tamaño de estos edificios, así como sus instalaciones tecnificadas, si éstas sobreviven al paso del tiempo, informarán de la importancia que esos Estados conferían, a este tipo de actividades secretas.

Pero aquí nos interesa explorar algunas probables explicaciones que den cuenta del uso de estos masivos análisis, y seguimientos de comunicaciones que se centraliza en el tráfico de llamadas entre personas privadas.

Un primer escenario explicativo fuera el que está en relación precisamente a lo masivo del seguimiento de los millones de comunicaciones privadas que se han analizado, y seguramente catalogado, es decir, estableciendo duración de las comunicaciones, números involucrados a lo largo de lapsos de tiempo superiores a un umbral cualquiera, significativo según el interés coyuntural, de días.
Realizar una tarea taxónomica sobre el flujo diario de comunicaciones particulares sirve para establecer patrones de conducta, en función a determinadas señales o marcadores temporales (noticias coyunturales específicas nacionales o internacionales) que generan más o menos reacciones sociales. Y esto se puede hacer simplemente a través del conocimiento detallado, fino, de los grandes números diarios de comunicaciones analizadas, que en este caso no se trata de muestras aleatorias determinadas por un modelo estadístico –censal.  La técnica permite observar el comportamiento del universo total, del comportamiento del mismo en tiempo real a lo largo de prolongados intervalos de tiempo.

Pero un segundo escenario, complementario al anterior, puede deducirse a partir del uso de programas de análisis estadísticos del flujo continuo de información disponible para los servicios de información. Es un escenario en el que sería posible identificar nodos sociales de comunicación en función a estímulos o señales catalizadoras que generan reacciones masivas en los flujos continuos observados en los canales de comunicación. De esta forma se pueden identificar actores sociales, ya individuales o corporativos, y la forma cómo ante tal o cual información o evento se mantienen, centrados en ciertos números telefónicos, ciertos umbrales de comunicación a lo largo de un cierto numero de dias o semanas o meses.

La localización espacial precisa de estas nubes, o patatas, de datos comunicacionales permiten identificar patrones de conducta poblacional en un espacio finito en tiempos continuos. Esto es de suyo un potente instrumento de prospectiva política,  análisis económico y en definitiva del pulso ciudadano.

Aquí el concepto ciudadano lo usamos sensu stricto, es decir relativo a los habitantes de ciudades, pues aunque las capacidades de observación y clasificación del flujo continuo de comunicaciones telefónicas y de mensajería, es potencialmente universal, la ciudad se constituye como el centro principal de esta capacidad reciente de análisis, estudio y evaluación, con fines estratégicos. La razón de esto es evidente por la concentración demográfica en los espacios urbanizados. Aunque teóricamente, en una circunstancia particular si hubiese un desplazamiento de un nodo de comunicaciones a un área rural, el sistema permite identificarlo y cuantificar su flujo comunicacional sin problemas, estableciendo así una visión cuantitativa de las reacciones de todo el espectro demográfico comunicado en tiempo real.

Para entender el potencial operativo de estas capacidades, debiéramos recordar que durante las guerras centroamericanas de los años 80 y así mismo en Israel, Palestina y Colombia, una serie de empresas israelíes vendieron sistemas tecnológicos capaces de detectar durante la noche el uso anormal de usos-flujo eléctricos en los espacios urbanos donde se realizaban trabajos clandestinos de impresión de documentos. Ese podría ser un antecedente remoto, con más de 30 años de tiempo transcurrido, en el que un sistema de análisis de flujos continuos de energía permita identificar barrios concretos donde podían alojarse los subversivos.

Aunque no hubiese una finalidad antisubversiva en estas nuevas técnicas de análisis de información de las comunicaciones masivas, la capacidad real de poder hacerlo, al margen de cualquier conflicto o interés prospectivo derivado de ello, se puede decir, siguiendo un simil neurológico, que estos procedimientos recientes permiten auscultar el encefalograma real del mundo civilizado, lo cual va mucho más allá, como lo insinuábamos un poco más arriba, de las aplicaciones de inteligencia de orden táctico.

Disponer de un instrumento de tal alcance autoriza a traspasar el conocimiento de las formas de expresión del continuo económico-político-militar de una coyuntura, y poseer la capacidad última, de largo alcance, de medir la conducta del ente demográfico globalizado. Para algunos quizás sea la “actualización (sensu tomista)” definitiva del escenario propuesto de forma novelada por George Orwell en su novela 1984.

Sin embargo, al igual que otros medios tecnológicos humanos, a lo largo de más de un millón y medio de instrumentos elaborados por la comunidad homínida, cada adelanto tecnológico es multifuncional. Y estos métodos y procedimientos, eventuales, que aquí hemos formulado también pueden tener, potencialmente, profundas consecuencias si su uso con fines puramente preventivos estratégicos se transformase en usos con finalidades diferentes.
Por ahora, los dejaremos a Uds. imaginar y entusiasmarse en la formulación de otras funcionalidades positivas y posibles, y que creemos son ya inminentes para estas tecnologías.