martes, 30 de diciembre de 2014

ni las cenizas de mis libros iré a buscar

DIGISTE FURIOSA

que si antes de un año regresaba

mis botas rusas

mi cusqueño abrigo largo de alpaca azul

mi chaqueta de vicuña

mi Biblia Vulgata

mis otras ropas

y mis otros libros

me los devolverías

Sé porque te conozco 

que mis ropas y calzado

le sirven a tus perros para dormir y jugar

Y también sé que tu chimenea

se habrá iluminado con sabiduría

al quemar tanto papel viejo

lleno de signos latinos

que 

  alumbraron decenios de estudio

y sólo a mí servían

sin necesidad de quemarlos

Tu venganza fue de fuego y rabia


Así a la casa del monte serrado 

ni las cenizas de mis libros

iré a buscar

No quiero ver tus lebreles

echados sobre mis ropas

No quiero ni leer tus insultos gruesos

groseros

La puerta de nuestro tiempo se cerró 

hace más de un año

y yo no recorro pasillos de la memoria

guiado por la tenue lucerna de la nostalgia

No quiero tener más minutos ni horas

 para esa nostalgia

Estas son las últimas noticias 

que doy a la escritura

de tu existencia antigua

como amante en hoteles de Barcelona y Tarragona

en abandonadas estaciones de tren 

cerca del frente del Ebro

en tu casa con balcón iluminado de estrellas

lunas 

y nocturnos trenes infinitos

 Imagino que ya habrán llegado a alguna parte

Porque yo navegué de regreso a mi tierra primera

a mi primera residencia

Y después de ahora

de este instante

declaro

olvidadas las pocas cosas

que tu tenias

y que me fueron valiosas en esa otra vida

en la cual tu recuerdo yacerá sepultado

en el estrato último de mi vida catalana

Igor Parra

en Arqueologia del Futuro Antiguo