sábado, 20 de diciembre de 2014

saliva y vino

a tu templo

oh Diosa mía

llego desnudo

La primera oración 

la formulo entre tus piernas

la lengua rumurosa

 los labios musitantes

La segunda plegaria

por tu  infinita bondad

la rezamos de pie

piel contra piel

y con los ojos 

abiertos

La tercera plegaria

son para adorar

con dedos y lengua

y saliva y hombros

y cuello

tus pies de Diosa

La cuarta

ensalza tus mejillas luminosas

tus ojos celeste gris verdosos

con el halito

cercano de mi boca ardiente

La quinta

sublima nuestras manos

brazos

y torsos

con nuestras salivas mezcladas

al dulce vino de Alejandría

La sexta oración

me regresa a tus piernas

donde las palmas de mis manos

te dominan con fuerza

mientras mi cabeza se hunde

en mi dulce noche

La séptima

saca mi alma Ka 

y la acerca a tu alto espiritu carnal

a través de sendas múltiples de placer

Todas las oraciones

hacen de ti

oh Diosa 

un haz de potente luz

que reverbera

en éste

tu sacerdote 

Or

Humilde amante tuyo

que siempre preferirá

mil veces la eternidad

de beber tu-mi saliva

restregada en tu cuello

en tus pechos

en tus caderas

en tus nalgas

en tus piernas

y apartar lejos el caliz-espejismo del vino

Porque del fruto fermentado de la parra 

sólo espero lo fugaz

Mientras que de la llave luminosa 

de tu saliva mezclada a la mía

universos enteros y reales

tan reales en tu piel dulce

que se abren a lo largo de la noche y el día

por debajo y encima de nosotros

en elipses arremolinadas 

que nunca son fugaces

pues son fruto eterno

de deseo y pasión

encarnados

Memoria de Viajes Muy Secretos

Ig or Parra