sábado, 14 de noviembre de 2015

Quién ganará la próxima Guerra Mundial? I

¿Quién ganará la próxima guerra mundial? I


Igor Parra
 (desde la distante costa sur oriental del Pacífico)

aquí intentaré sintetizar en varios posts sucesivos mi opinión sin caer en tecnicismos excesivos.

La causa de una guerra, de la escala que sea, responde a una voluntad implícita de dominio, de alguien que carece de él, sobre un espacio dado y corresponde a la fase final de un proceso temporal en el que se ha utilizado diversas formas de fuerza no física para imponer la voluntad, u objetivos estratégicos propios, a la otra parte.
Se ha escrito mucho sobre el carácter ofensivo o defensivo de tal o cual guerra, para caracterizar en el tiempo quién inicia las acciones bélicas propiamente tales (un prurito moral hipócrita pero necesario a nivel de la población general).
 Sin embargo, me permitiré asumir aquí que la guerra es siempre el resultado de un conflicto de intereses que desemboca en la violencia física interestatal, inter o intrarregional-incluyendo las denominadas guerras civiles-, y por lo tanto requiere del concurso activo de dos voluntades opuestas, insisto, al margen de quién asuma el rol ofensivo o el defensivo.
Cabe clarificar conceptualmente, que hay acciones de fuerza física muy violenta que no pueden ser catalogadas como guerra, por ejemplo el tráfico de esclavos en dirección a las Américas por parte de España, Inglaterra y Francia, mayormente, entre los siglos XVI y XIX.
Han habido guerras que fueron minuciosamente preparadas, al menos en su fase inicial, por el atacante, quien después a la larga terminó derrotado, como los alemanes en la Primera Guerra Mundial. En la Segunda Guerra Mundial las rápidas victorias militares estratégicas alemanas a escala continental, fruto de una dirección política pero no de una previa y detallada planificación militar, fueron seguidas por su derrota cívico-militar total y absoluta. Casi en el mismo plano de estudio podríamos situar las guerras que no fueron largamente preparadas con antelación, y que enfrentaron a un Estado con poder económico-militar, muy superior,  a otro muy inferior, quien a la postre resultó vencedor localmente por resistir largamente y por el concurso de alianzas imprevistas inicialmente.
Aquí asumiremos que tanto los EEUU como China y Rusia, por diversas razones, se preparan para una solución violenta-física a diferendos geopolíticos, en los que están en juego a escala mundial áreas de influencia, materias primas, mercados y rutas de comercio.
En lo absoluto el poder de fuego nuclear vectorizado por submarinos, la ventaja económica, tecnológica, y la calidad de las alianzas intercontinentales en el hemisferio norte (Japón, Corea del Sur, Israel, Europa y las monarquías árabes) hace de la posición de los EEUU la más fuerte en el momento actual.


            Continuará en breve…..