sábado, 23 de julio de 2011

Evolución política de Europa (II)

EL VENENO DE LA SERPIENTE



Igor Parra


Me llama la atención la reacción de algunos en España ante los ataques terroristas de un ultranacionalista cristiano noruego.
Ayer por la tarde, cuando aún no se sabía quién estaba matando gente en Oslo y alrededores, los foros de algunos periodicos importantes españoles publicaban mensajes xenófobos exigiendo la expulsión del continente de los islamistas, sin distinciones: todos los musulmanes a la carretera, a los puertos, a los trenes y fuera.
En España, pais en el que aún vivo después de 37 años, parece que pervive el germen dañino de las dos expulsiones catastróficas que hundieron a España en la miseria demográfica y de capital humano altamente especializado que ocurrió, primero, con la expulsión general de judíos decretada por los Reyes Católicos, y luego con la expulsión de los moriscos del siglo XVII.
Ayer por la noche al saberse ya que el criminal terrorista no era moreno, que no era islamista, que tampoco era árabe o de por ahí, cesaron, no sólo en los foros, sino también en la prensa como por arte de magia, en el uso de la palabra “terrorista”: el crimen lo hizo un ario rubio, cristiano y ultranacionalista...¿entonces ya no es terrorista?, ¿qué es sino?
En esto veo una clara ventaja no sólo ideológica sino incluso moral de los norteamericanos que no dudaron en tildar de terrorista al loco supremacista blanco, Timothy McVeigh, que voló un edificio federal en Oklahoma el año 1995, y... además lo condenaron a muerte y lo ejecutaron. Pero, más recientemente, hace apenas un semana atrás, otro ario WASP (White, Anglo-Saxon, Protestant) que habia asesinado a dos morenos asiáticos indues, y herido gravemente a un tercero que sí era musulmán, después del 11 S de Nueva York, fue detenido, fue acusado de actos de terrorismo con resultado de muerte y le aplicaron la pena de muerte. No transaron con los adjetivos por el color de la piel ni de la religión del terrorista.
Por esto vengo a pensar que la Europa mordida por la serpiente del fascismo italo-alemán hace décadas atrás, a pesar de la terrible purga de la derrota militar de Hitler, Musolini y de los fascistas japoneses, no eliminó en absoluto el veneno de las venas del viejo continente, ni de Japón.
Incluso el veneno se ha extendido, paradójicamente, hasta Rusia. Permanece escasamente activo en el Reino Unido en algunos enclaves ultranacionalistas admiradores de Mosley. En los Estados Unidos se expandió antes de la Segunda Guerra Mundial, y esta acantonado de forma visible, el veneno, en algunos Estados del Sur.
En algunos paises de Latinoamérica también está presente pero mantiene un perfil muy bajo.
Es pues en Europa donde la xenofobia con derivaciones ultranacionalistas está activa, y puede producir actos aislados como el de ayer en Noruega, o bien acciones a escalas más amplias si la acción política de Europa, quiero decir de la Unión Europea, no sale exitosa de la actual crisis, que es financiera pero tambien lo es, como consecuencia de ella, política y moral. Y cuando tocamos esos fondos del mar silente del odio racial la receta ya estructurada del veneno de la serpiente fascista está presta para ser utilizada en la botica continental, o al menos en algunos paises del continente. Italia, España, Francia, Alemania, Holanda, Rusia y otros tienen dosis altas de este veneno en las venas. No hace falta mucho para que se transforme en dosis letales, este compuesto de ideas simples, efectivas, razonamientos planos, violencia-que eleva la adrenalina de los contaminados a limites de adicción fatal-, enemigos débiles, silencios cómplices, dinero fácil bajo manga que fluye desde los especuladores políticos y financieros, y ya tenemos un cuadro clínico de muerte. Porque no creo que Europa sobreviviese otra vez a un escenario abierta o socavadamente fascistoide. Este continente se transformaría en la Cartago del mediterráneo del siglo II antes de Cristo. Triste si ocurre.
Parafraseando al gran poeta inglés en su obra cumbre “Hamlet” si alguien preguntase en el escenario europeo: “is something rotten in Norway?”, la respuesta sería negativa...porque la que se está enfermando con el veneno de la serpiente, ahora mismo, es Europa.