domingo, 22 de junio de 2014

Mantel de hilo rubio

CATABA

yo

un late harvest

dulce y frio

chileno

El sol de invierno

daba sombras largas

en este solticio lejano

Y reimos

y sobre la mesa

no puse mantel

no cubiertos de metal

ni de tela

ni de lino

ni encaje

Tu te estiraste

y yo bebi tu piel

y en vez de platos

cabellos rubios

y en vez de cubiertos

tus piernas

y a cambio de vasos

tus nalgas

Y corri a buscar almohadas

y me llene la boca de ti

y tu me dabas 

el vino 

en tus labios

Y la mesa 

y el postre 

eras tu


Y este fue el dia más corto

 del otoño moribundo

y del invierno naciente

Y lo vivi entre tus piernas

Y la alfombra era roja

y tu casi vestida

de verde y celeste

y la música árabe

a orillas del Pacífico

del mar bravío

y tus cabellos rubios

rubios

sobre el rojo

rojo

y a veces relámpagos azules

frente al fuego lento

de la estufa

Mezcla de sangres

la tuya catalana y alemana

andaluza vasca y mapuche

la mia

o quizás diaguita

o inca?

Mezclas benditas

de sonidos eternos

El del mar bravio

de olas largas y verdes

peinado de huiros y cochayuyos

y de la musica que escuché

en Jalab tantos años ya.

Y tu yaces sobre el rojo

y escucho la ola tambor

y veo filas ordenadas de pelícanos

sobrevolando la ola encrespada

y veo el silencio del cielo austral

repleto de luces

reflejado 

en la bóveda de tu seno

en la bahía de tu obligo 

tenue

Cuando muera

y me vaya al occidente eterno

recordare 

rojo y rubio

rubio y verde

y tu boca

y tus dientes

Remolino de emociones

intensas

Un premio inesperado

para quien regresó 

a morir

sin más

Porque todo ya creí

que lo tuve

en la docta tierra

de mi exilio

Y aqui 

donde tiembla cada dia

donde no sabemos si el mar retrocedido

sera solo un artefacto lunar

una marea más


nos será devuelta una muralla de agua

inmensa

destructora

renovadora

de todos y todas

Agua marina

agua nuestra de cada dia

no tengas piedad de nosotros

Si crees que debes inundarnos

con tus algas gigantes

con tus erizos

con tus peces

Ven

Ven y asombranos

con tu verde perpetuo

con tu tronar de dioses

Ven e intenta llevarnos contigo

Ven ahora

y para siempre

Y si lo logras

feliz serás entre todas las olas

que antes de ti lo intentaron

Mientras te decides

mientras te espero

gozaremos

de cada segundo que nos concedes

Oh mar antiguo

oh mar peligroso

oh mar océana

Y lo haré

sobre mi mesa

con mi mantel

y mis alimentos

de piel

Ven

porque me encontrarás

en esa hora

tronadora

feliz

porque otra vez

estoy completo

entero

Piel y alma

seso y sentidos

he reunido

después del largo exilio

y me anclo de nuevo

sobre lo urgente del momento

sobre la nube del norte

y el viento del sur

Sobre tus gemidos

sobre el temblor de la piel 

y del suelo

y me anclo para luchar

y me anclo para entender

Porque en la entrega

dando todo

todo

el alma se carga de razones

y entiende mejor

que viviendo para dar

es la esencia

la lección 

que este océano de vida americana

regala

al que paciente

aprende

a ver mirando

a escuchar oyendo

y a vivir amando

Igor Parra

en Arqueología de Pasiones