Tantos años
tantos han sido
que atravesé una vida
sin sentir lo que hoy
Sin saber de la emoción 
simple y profunda
del teléfono 
que reproduce tu voz 
desde la otra punta de la ciudad
para anunciar que llegas pronto
en pocos minutos a casa
Tu voz me llega a la velocidad de luz
mientras tu cuerpo viene 
hacia mi
junto a otros cientos 
en el tren subterráneo
Nunca antes algo tan simple
me había ocurrido
Simplemente eso
Una voz santiaguina a las seis de la tarde
me dice que en media hora
estará conmigo
Recibí cientos de llamadas en otras vidas
desde ciudades y países
próximos o remotos
próximos o remotos
al Mediterráneo donde moré
anunciando el arribo en días o semanas
o de mi esposa
o de mi hija
o de mis padres
o de mis amigos y amigas
que cruzaban Europa
hasta ese rincón 
casi africano rincón del mar nuestro
casi africano rincón del mar nuestro
para reencontrarnos
También recuerdo 
las llamadas desde mi laboratorio
para anunciar el tren o el autobús
en el que cruzaría viñedos 
puentes y castillos
hasta llegar al palomar y gallinero antiguo
au poulallier aménagé
du Chatêau d´Aujargues
où nous y habitames
 longtemps
No hace mucho 
escuchaba la voz rubia
 motorizada
entre silencios veloces
de su corcel gris
raudo y metálico
anunciando su regreso inminente
 a su casa
impoluta
junto al inmenso océano del sur
en tono grave y preciso
germánico
para prepararme
Ahora
tu voz de lectora voraz
me dice 
entre ruidos de trenes y gentes
que vienes
hacia mi
Y yo me alisto
y cierro los libros
ordeno los lápices
y comienzo estas líneas
que sólo terminarán enrollándose en tu cuello
apenas abras la puerta
de mi humilde morada urbana
nuestro espacio lector
nuestro tálamo de fiestas albadas
que comienzan a
l hora foscant
y acaban al clarinar
de las estrellas tardas
Si una época completa 
en mi lejana matria mediterránea
fue la fascinación total
por la música
que ejecutaba a Bach, Couperin, Scarlatti y Rameau
a pasos de mis brazos
Ahora me quedo absorto 
por la poesía
por la poesía
por la poesía de mi patria andina
en tu voz santiaguina
de quien aprehendo los nombres sagrados
de la cohorte entera
de los poetas chilenos
que labraron con sus calamos 
los espacios ventosos de estos valles
los espacios ventosos de estos valles
de estos mares frios
de estos volcanes
Y recibo
de ti
de ti
a mis cincuenta y seis 
 tesoros inmensos
poéticos
poéticos
que necesitaba
para empezar a vivir 
entero
aqui
Igor Parra
 
 
