miércoles, 7 de octubre de 2015

Adieu Rose épinée

HACE CUATRO DIAS MIENTRAS MORIAS TE VINISTE A DESPEDIR
Te vi en el jardin casi detrás de mi sombra inclinada
mientras miraba el atardecer encendido de rojo y los caracoles y los picaflores
Te vi un segundo envuelta de negro  mirandome con tus tranquilos ojos azul-verdosos
Dos días más tarde al conectarme al mundo del flujo continuo de voz y datos
me dijeron que ayer te enterraban y que falleciste el día que creí verte fugazmente
a una hora épica para hacer visitas como ésa
En Lima hace un mes apenas vivi diez dias y noches en una casa encantada
donde cada madrugada escuchabamos el ir y venir de una persona encima nuestro
Cada vez era el mismo ruido de sillas y muebles que se agitaban en el vacío silencioso
salvo una ocasión en la que golpes violentos nos sorprendieron ya acostumbrados 
a los otros sonidos más calmos
Los golpes eran frenéticos desordenados y se acompañaron por un descenso de temperatura 
de la habitación de tal forma que a pesar de estar cerca del mar y de ser el limeño barrio de Surco Bajo nos tuvimos que cubrir con frazadas y morirnos del susto
Al regresar a Chile el doce de septiembre supe que mi amigo y primer alumno Donald murió
esa noche de los ruidos 
creo pues probable que me haya encontrado y me avisó así de su partida
 pues decenas de personas me buscaban en Chile para darme esa noticia
Por qué aquí en este continente es más fácil y más aceptado sin escepticismo 
que las almas
se despiden 
antes de irse
para siempre?
Y una respuesta que  me avienta  el seso
es que acá aún en las ciudades
aún en los suburbios
hay una amabilidad y una cortesía
que nos hace humanos y eso se extiende a lo de las almas 
Allá quizás estén más en pena que acá en el sur del sur
porque quizás nuestro diálogo con la naturaleza 
es tan inmediato tan constante tan presente
Así las almas que se van tienen tiempo y ganas de hacer lo que siempre hicieron
según nos cuentan incluso allá los textos más antiguos egipcios
y acá toda la tradición oral americana indígena
Violeta dijo en una canción que hay cuerpo y alma
por eso y viendo y escuchando lo que en menos de un mes he vivido
me apresto a pensar a quiénes querré ir a visitar pa despedirme nomás
Ahora sé que la segunda mujer a la que besé hace cuarenta y tantos años
cerca de Algarrobo y con quién nos escribimos largamente durante tres
entre Barcelona y Santiago y a quién volví a ver hace tres años algunas veces
tuvo la delicadeza de incluirme en su lista de adioses para siempre
En este último momento
en el que la postrera linea y sus partes de letras y los electrones que las componen se estiran en el éter
hasta tí 
linda Rosa la única mujer a quién escribí un poema en francés
 te deseo un buen viaje
descansa tranquila te agradezco mucho todo y te digo que recordaré tus ojos y tus labios
con los que me despediste camino al exilio

Igor Parra