sábado, 18 de junio de 2011

EVOLUCIÓN POLÍTICA DE ESPAÑA (IV)

DE LA ELIPSE A LA ESPIRAL :
ESPAÑA EN EL VERANO DEL 2011

Igor Parra


Estos días, me sorprende mucho leer y escuchar la vehemencia anti-indignados de los periodistas que han estado perfectamente ciegos ante la enorme tormenta social que se está formando sobre la península ibérica, desde hace unos cinco años atrás.

Es difícil concebir tal miopía, por ello ofende la inteligencia tener que escuchar que la reciente violencia de algunos en Barcelona comienza el 15M. Incluso, creo, que encontrar en la intervención policial del 27 de Mayo en Plaza Catalunya un antecedente de esto es otro error de bulto.

Aqui y ahora comienza a emerger de forma visible un malestar social profundo. Ese malestar no ha sido generado por el 15 M, ni canalizado por los sindicatos; es fruto de la politica económica y social española de los últimos años. Quien no entienda esto tiene todos los puntos para inscribirse en el club de los que creen que las almorranas de Julio Cesar o los cálculos renales de Napoleón explican sus éxitos y derrotas.

El 15M aún tiene inconsistencias importantes, sobre todo organizacionales, pero esta madurando, la tasa de aprendizaje de sus propios errores es proporcional al nivel tecnologico de sus agentes: es decir muy por encima de la masa media de la ciudadania. Este dato no resulta evidente ni fácil de comprender. Aqui se esta combinando conocimiento y uso de tecnologías muy eficientes con la insatisfacción social del segmento joven de la sociedad. Segmento muy preparado y que estaba “durmiendo” en el consumismo. Una de las pancartas más impactantes que ví en la plaza del Sol no hace muchos dias atrás decía precisamente esto: “Dormiamos...Ahora Hemos Despertado”

Antes del 15M la combinación “movimiento social+tecnologia” producía manifestaciones en las calles en tiempos muy cortos, eran una especie de acciones rápidas, convocadas en lapsos breves de tiempo. Ahora observamos con interés algo más complejo, pues esa capacidad de unir insatisfacción social y tecnologias de la comunicación ampliamente distribuidas en la población esta llevando a un escenario nuevo: aparente capacidad de sostener en el tiempo el esfuerzo de la protesta, que ya no es una manifestación aislada sino un movimiento social que se auto estructura, aún, sin un centro conceptual claro.

¿Es posible que esa combinación social-tecnológica, con capacidad incipiente de prolongar las movilizaciones en el tiempo supere el verano del 2011?

En primer lugar hay un aspecto relevante sobre el entorno social de los indignados que hay que saber integrar: detrás de cada indignado acampado hay una familia y un circulo de amigos, por lo tanto cuando hablamos de 2000 personas, por ejemplo en el Parlament esta semana, en realidad hay que multiplicar esa cifra al menos por 3. De igual modo con las otras movilizaciones de dias y lugares diferentes. Esto me parece importante a la hora de explicar al menos una parte de la capacidad de auto regulación del movimiento en curso: no sólo hay una gran velocidad de transmisión de información operativa a través de la red. También hay información y experiencias intergeneracionales que se transmiten boca a boca en el entorno familiar y social de los indignados. En España hay mucha experiencia en movilizaciones y organización. Ese conocimiento es difuso, pero ahora se esta estructurando y convergiendo hacia el movimiento 15M.

También es cierto que una parte de la sociedad comienza a reaccionar en contra de las movilizaciones de los jovenes, y de los compañeros de viaje de otras generaciones que los apoyan directamente en las calles. Sin embargo la capacidad de reclutameinto del movimiento no se ha agotado ni mucho menos, y esto por algunas razones puramente mecánicas, sin entrar aún a valorar los conceptos que también se estan auto organizando en el intelecual colectivo.

El verano constituía en periodo dictatorial, tanto con Franco como con Pinochet, un remanso de paz social porque se desactivaba el mundo universitario, y las familias de los obreros partian masivamente a sus pueblos a pasar las vacaciones.

Este verano del 2011 la situación es diferente: el final de las clases aumentará el reclutamiento de jovenes al movimiento de indignados, porque el núcleo más importante de indignados no son estudiantes sino licenciados en paro o gente que ha abandonado sus estudios por no tener alicientes para continuar con los mismos. Ambos subgrupos sin embargo tienen una buena cultura informática, a la que se añadirán ahora no sólo jovenes universitarios sino también de la educación secundaria. Tenemos pues un coctel demográfico muy interesante, que tenderá a cohesionarse aún más en función de la represión y respuestas violentas contrarias que se observen en las próximas semanas. Y en esas respuestas violentas no están sólo los palos de la policia sino el ataque que comienza a exenderse en algunos medios de comunicación. Esos ataques fueron muy fuertes y escandalosos desde medios como Intereconomía y otros asimilables, pero ahora leemos incluso a columnistas de La Vanguardia sostener teorías e hipotesis que lejos de dispersar tienen el efecto contrario de aglutinar y cohesionar.

Es en el conjunto de respuestas a los ataques escritos y verbales que este colectivo de indignados comenzará a encontrar, y creo que ya están en ello, un “relato” y un discurso cada vez más coherente para explicarse a sí mismos y realizar propuestas de amplio alcance social (monarquía, seguridad social, calidad de la educación, el euro, identificar y denunciar a los beneficiarios de la crisis económica española, Europa, y un interesante etcétera comienza a emerger de la intensa actividad creativa e intelectual del movimiento en marcha).

Ya han tomado algunas decisiones inteligentes, de muy dificil adopción en ambientes asamblearios, y esto se explica porque aqui y ahora está actuando un elemento que es difícil ver a simple vista: las redes informáticas estan ayudando a tejer sólidos argumentos, marcar a provocadores tanto policiales como extemistas que desean aprovecharse de este movimiento; estas redes actuan a velocidad de la luz transmitiendo y socializando debates que antes eran difíciles y lentos. Ahora la tecnología suple y mejora la capacidad de organización no violenta, y hace posible autoorganizar de forma eficiente al amplio colectivo involucrado.

Sin embargo este verano 2011 se presenta ante los indignados como un gran obstáculo temporal: avanzarán mucho si el verano no dispersa a sus miembros, y se supera la presión policial y de otros cuerpos de seguridad e inteligencia que están intentado infiltrarlos para identificar, reprimir y desacreditar (observen atentamente estos videos en el que se muestra a los polis atrapados en Barcelona, http://www.youtube.com/watch?v=eRaHKmDXFL4#t=2m40s,  y en el otro vide a uno de ellos  atacando a sus propios compañeros en Barcelona: El video que contiene la prueba de que uno de esos infiltrados en la manifestación fue de los que provocó a la policia http://www.planetatortuga.com/modules/news/article.php?storyid=3891.)

Si hasta ahora todo movimiento social estaba encuadrado en unos limites sindicales y temporales más o menos estables (que el verano siempre ha desactivado socialmente) el tipo de calendario que se abría era aburrido, es decir circularmente más de lo mismo, identico lenguaje, adjetivos repetidos, conceptos desgastados, con algunas variantes que daban un aspecto eliptico al giro en circulos de esos argumentos sociales.

Ahora, fuertemente ayudados por la represión policial, entramos en otro escenario en el que el movimento nos acerca a una dinámica en espiral. Esto tiene una parte positiva pues rompe la inercia cultural del consumismo material y conceptual, pero también tiene un peligro inmanente: si el poder politico entra a reprimir violentamente, al movimiento de los indignados, estaría creando argumentos para una dinámica de ascenso hacia los extremos violentos de consecuencias imprevisibles.

Tener veinte y tantos años, una carrera y no poder trabajar es violento. Ganar sueldos miserables, menos de mil euros al mes, es violento. Pasar la esponja del dinero público por encima de los errores manifiestos de la banca y cajas de ahorros es muy violento, pagar más por internet y la telefonía que en el resto de Europa es violento, disminuir las prestaciones sociales es violento...y un largo etcétera que explica perfectamente los antecedentes de lo que está ocurriendo en las calles.

Que de todas las sumas de esas lacerantes violencias sociales salga un movimiento no violento como el de los indignados es una cosecha histórica inesperada que puede dar frutos sorprendentes si no cae en la espiral de la violencia física en las calles.

Así, este verano en España estamos pasando de un movimiento politico social eliptico a un escenario que genera espirales de acciones y reacciones sociales. Por ello, estamos lejos de aburrirnos en España, cosas nuevas emergen cada semana, y son cosas importantes que promueven que pasemos de dar giros previsibles sobre escenarios y argumentos caducos a situaciones completamente creativas. Estamos lejos de la revolución española, pero si a esa palabra le quitamos la “r” creo que definimos perfectamente bien lo que esta aportando a la vida social y política este movimiento de indignación social.