martes, 7 de junio de 2011

EVOLUCION POLITICA DE ESPAÑA (II)

LA DERROTA SOCIALISTA EN ESPAÑA,
 LOS INDIGNADOS Y MARRUECOS


Igor Parra


La realidad inmediata nos permite observar una significativa derrota política de los socialistas españoles en las recientes elecciones municipales. Esta derrota marca una inflexión clara en la corta historia democrática española, que se inicio el año 1977 con la Constitución aún vigente. ¿Cómo explicar que un pais sociológicamente de izquierdas vote masivamente a un partido de derechas?

Evidentemente la sociedad española ha castigado el discurso contradictorio y las acciones divagantes de los dos gobiernos de Rodriguez Zapatero, y para colmo han sacado del bahul de los recuerdos a un personaje de perfil seudo-renacentista, y con relaciones directas con las tramas policiales paralelas del Estado democrático. A los amigos que nos leen desde fuera de España cabe decirles que este valido del PSOE nunca ha condenado el accionar de la policia paralela organizada para luchar contra ETA, matando y secuestrando al margen de la LEY a ciudadanos que raramente tenian relaciones con ese grupo terrorista. Este señor, o delfín del aparato socialista, fue ministro del gobierno de Felipe Gonzalez que ideó y potenció a los GAL...sólo por esto ya merecía ser dado de baja por la militancia honrada socialista.

Así el PSOE no sólo ha avalado en bloque la pésima gestión de lo cotidiano de Zapatero, sino que se embarca en un viaje a ninguna parte de la mano de alguien que la sociedad y los jovenes ven como una pieza caduca del tablero de ajedrez. Tiene Rubalcaba alguna frase afilada, pero aún no ha demostrado su presunta talla de Estado, al contrario, cuando ha actuado, siempre de la mano de escuchas telefónicas, y grupos paralelos del Estado, no se ha privado de auto felicitarse por lo actuado. Y encima lo aplaude todo el PSOE...esto se llama suicidio político, visto desde una cierta perspectiva temporal. Su autocomplacencia es directamente proporcional a una falta total de auto crítica seria, tan necesaria en ese campo político si quieren salvar algunas de las pocas naves que aún les quedan.

A mi me recuerda mucho la coyuntura actual los momentos finales de la UCD de Landelino Lavilla, quien tuvo la pericia de inmolar desde el poder autocomplaciente al partido de gobierno.

La derrota socialista ya ha producido dentro de ese partido un efecto tipico de las derrotas estratégicas: la división interna del propio campo derrotado. Porque siempre que se observa una derrota de este calibre el efecto es directo: los ganadores borran cualquier error anterior gracias a la victoria, y los del PP tienen varios a su haber, mientras que el campo derrotado se divide. Y además se observa un “salvense quién pueda” que es de manual: estamos ante una derrota con mayúsculas que despliega todas y cada una de las facetas típicas de estos momentos.

Pero esta derrota ha tenido un aderezo de mucho interés: los indignados en las plazas de más de 50 ciudades españolas. Para mí significa el final de un época de apatía política de un segmento de la población joven y madura española. Al margen de sus problemas asamblearios, de una falta obvia de un método de acción eficiente, los indignados han despertado a la vida política, sí la que se hace en la “polis”, y esto traerá consecuencias importantes para España en los meses que vienen. Es la mayor novedad de este periodo electoral, en sus manos está incluso que los socialistas sean arrinconados del poder político en los los próximos años, o bien que puedan mantenerse a flote. Si los indignados, de cualquiera de las tres o cuatro tendencias que se vislumbran ya en su interior, pueden llevar a la acción politica asamblearia a números importantes de vecinos y ciudadanos de todas las edades sin agotarlos y mantener el pulso de la actualidad, un cambio de proporciones desconocidas lo tenemos “ad portas”.
Quizás el truco táctico aconsejable, con profundas consecuencias estratégicas, sea el de mantener un ritmo de actividades asamblearias semanales y mensuales de diversa intensidad, sin agotar la voluntad de los participantes, y generando un horizonte utópico factible, que escape las propuestas gremialistas actuales (del gremio juvenil de los desocupados).

Desde Marruecos es muy probable que todo esto de España cause conmoción en los políticos y en la monarquía, y abra los ojos con estas nuevas formas organizativas a la juventud marroquí. De momento, estoy casi seguro que el triunfo inminente del PP, en las próximas elecciones generales, causa ya un profundo malestar, pues para el “establishment” la debilidad política de Zapatero era bienvenida y alentada. La peor pesadilla para la casta parasitaria del “majden” es el triunfo de Rajoy, su mejor sueño posible el triunfo de Rubalcaba.

Puestas las cosas así no es difícil pronosticar un empeoramiento en pocos meses más de las relaciones con Marruecos, que tendrá momentos muy difíciles con la probable derrota final de los socialistas españoles dentro de 10 meses.