lunes, 21 de enero de 2013

EL BLITZ CATALÁN (II)

EL BLITZ CATALÁN: 
¿UN FENÓMENO GEOPOLÍTICO EX NOVO EN EL AREA MEDITERRÁNEA?

Igor Parra


Decíamos recientemente que se observa en el bloque Convergente-Republicanos, que son los que promueven desde el gobierno regional el proceso independentista, muchas prisas en su calendario de acciones, quizás movidos in pectore por aquello de que el fin justifica los medios.
También opinábamos que esas prisas llevan a constituir pobremente la masa crítica esencial de este tipo de acciones. 
En efecto cuando comparamos los tiempos de los procesos y reivindicaciones independentistas del Quebec o de Escocia destaca el largo recorrido de esas reivindicaciones desde sus parlamentos y partidos politicos regionales a lo largo de décadas. 
Desde fuera de Catalunya quizás no se vea claramente hasta qué punto muchos catalanes, incluso no independentistas de la hora actual, se sienten profundamente ofendidos por los hechos y las palabras que se les profieren desde lo que aquí se llama "España". 
En un año de ausencia del territorio catalán he visto colonizar rápidamente el espacio mental y moral la planta, antes exótica, del independentismo.
En apenas un año esa planta se ha hecho presente de forma mayoritaria en la Catalunya rural, que es desde donde escribo estas lineas. El movimiento independentista ha cogido mucha fuerza en los municipios rurales catalanes, y también lo ha hecho a velocidad de vertigo, un año es poco en politica estratégica, entre amplias capas de profesionales, técnicos, universitarios y familias de la burguesía catalana. Quizás ese crecimiento exponencial este relacionado con la crisis económica: este argumento se esta usando para desprestigiar el movimiento independentista. Ya dijimos en un blog anterior (Conflicto Catalunya- España) que, lejos de ser algo lesivo, la vinculación con una crisis económica de este fenómeno hay que considerarla como un antecedente de mucha fuerza...esta fue la razón principal que arrastró a mucho criollo españolista, y a muchos colonos anglo-americanos hacia el partido de la independencia americana, desde el Hudson al Cabo de Hornos. 
Pero, ¿cuál es el contexto de estos hechos en el entorno mediterráneo, incluyendo ambas cuencas, la occidental y la oriental del Mar romano? Resulta que hay un común denominador, que al menos a mi me llama la atención: tanto en el sur de la vertiente mediterránea, desde Siria y Turquia, hasta Marruecos, esta hora es una hora intermedia que se aboca a una redistribución de poblaciones y consiguientemente de espacios geográficos. Vemos que en el conflicto de Siria, un resultado más del mapa colonial anglo-francés impuesto después de la Primera Guerra Mundial, que se está diluyendo al menos para las poblaciones limítrofes con Turquia e Irak.
La posición de Siria es mucho más continental que la del Libano, que en sí ya es una derivación colonial francesa, por lo tanto su guerra civil terminará redibujando zonas de influencia y sobre todo conllevando movimiento de poblaciones. El conflicto palestino -israeli, que parece eterno pero que no lo es, se aboca también a una redifinición de usos espaciales que impondrá final y dolorosamente la creación del Estado de Palestina. Libia se esta desdibujando aceleradamente, y toda la zona del Maghreb está siendo erosionada, en términos de limites estatales, por las acciones de guerra de baja intensidad, que afectan tanto a Argelia, como a Marruecos, y pronto quizás, incluso, a Túnez. 
En la parte europea mediterránea este movimento de fronteras contemporáneo ha sido muy trágico y recientísimo, véase la creación y la disolución de Yugoslavia a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado.
Por lo tanto, lo que pasa ahora en Catalunya no es novedoso historica ni regionalmente en cuanto a sus potenciales consecuencias geopolíticas, en el contexto mediterráneo contemporáneo. Y si miramos al interior de la Historia de España también veríamos que este escenario actual no es completamente desconocido, digo geopolíticamente, dentro del territorio estatal español. Pues, en efecto, separaciones y agregaciones estratégicas de territorios ibéricos, han habido a lo largo de la historia en las cuales incluso partes del territorio separado o agregado eran de religión musulmana. En España muchos aún no han sopesado bien qué significa en la hora actual el hecho que la Reconquista fuese un proceso que durase más de 700 años!!
Tanto es así que varias discusiones eruditas en periódicos y páginas web se enzarzan en dar o quitar legitimidades al conflicto catalán basándose en hechos que se remontan exactamente a la constitución por parte de Charles Magne de la Marca Hispana, que, como todos sabemos, incorporó geopolíticamente a una parte de los territorios que actualmente son Catalunya.
Por lo tanto, lo nuevo en este conflicto catalán no viene a ser, según mi criterio, el conflicto en sí, sino la manera hasta ahora no violenta de plantearlo, quiero decir no violenta en términos militares. Muy probablemente toda la fuerza que tiene esta propuesta se base en el hecho de ser no-violenta, quizá por esto un amplio espectro de la población se incorpore al mismo. Como decía más arriba, el desprecio, las malas palabras, las pésimas decisiones e imposiciones económicas del centro estatal, han promovido la incorporación incluso de muchas personas no nacidas en Catalunya a este proceso independentista.
Sin embargo aún falta constituir una masa crítica operativa, que ayude a agregar al proceso a la más amplia mayoría ciudadana posible, que, como tambien lo decíamos en el blog precedente, debe tener idealmente involucrados y movilizados, al menos en los momentos fundamentales electorales, y de reivindicaciones publicas, a las tres cuartas partes de la población catalana.
Y este es el lugar para recordar que la tesis que sostiene este análisis es no-maquiavélica, es decir que el final de este proceso será humano sólo si los fines se ajustan a los medios humanos disponibles, si se hace al revés, y prima el idealismo romanticista propio del nacionalismo alemán del siglo XIX (al que es proclive la burguesía catalana) este proceso independentista puede tener un final trágico.

continuará