sábado, 14 de diciembre de 2013

A la Orilla Remota de tu Conciencia

LAS OLAS

de tu placer

las empujo hacia la playa 

de tu piel

con paciencia y artes antiguos

Cuando las veo venir sumergido en ti

empenachadas con suspiros y silabas y murmullos

me sumerjo bajo ellas

las dejo pasar

yo no voy a la orilla contigo

apreto tus caderas

y desde ahi miro 

a la playa estruendosa de los orgasmos

y alla lejos te veo revolverte en mi piel

desesperada por arrastrarme a tu corriente

Pero mi jubilosa conciencia flota tranquila

porque prepara ya la ola que viene otra vez

Así amiga del mar llenísimo de olas

empujamos juntos ese bosque alto y ruidoso

de tus placeres olvidados hacia esa playa gozosa

donde mueres ahogada en la delicia de lo más intenso

mientras una vez más 

yo tu causante de olas presurosas o de olas lentas

de olas muy grandes o pequeñas

me quedo al largo porque me sumerjo

oh intensa sensación oriental

por debajo

 ágil y fuerte y semiconciente

 y así librome de la inconciencia

que a tus torbellinos de placer me arrastran

tus besos y tus suplicas

Pero jugando así 

varias horas

atravesando tus estallares en esas playas de la piel

al igual que en la India

después del sol

y durante la luna que nos ilumina

aun no sé cómo 

decido

subirme a la que quiero que sea tu última montaña de agua

rumurosa 

intensa

aullante

y la construyo y fabrico gota a gota

larga y lentamente

y que se desplaza inmensa

 a la arena desordenada 

de los bordes de la cama o de la alfombra

Y me sumerjo con ella

en ti

pero ahora no me quedo en los bordes 

no evito la corriente de tus cabellos

entro aun más en tu cuello delirante

como animal marino succiono

tus hombros 

tu espalda

 tus piernas

tus brazos y manos

mis manos se aferran a tus tobillos

y juntos esta vez

unidos en el fragor de nuestro mar inmenso

caemos desde lo altísimo

 y llegamos

dentro del torbellino 

de nuestros cuerpos

plenos

con escándalo

a la orilla

remota

de tu conciencia


Igor Parra

en Geografía de Pasiones