sábado, 24 de noviembre de 2012

hasta el final de la carne

AYER VI A DIOS

en el Metro de Santiago

entre la estación de Manquehue y Moneda

Me miró con ojos alegres

difusos

entrecerrados

Sus manitas agarrotadas

casi sin movimientos

sus piernas aferradas

en mitad de un espasmo muscular

Los pasajeros lo miraban con pena

quizás por su cabeza balanceante

quizás por su gran cicatriz lobular

quizás por su pobreza

porque en esta tierra lejana

es cruel ser humilde y enfermo


Él me miró alegre

por alguna razón 

por alguna razón mantuvo su mirada en mis ojos

y su sonrisa 

me llenó

 el alma entera

en medio del ruido metálico y de la gente

Muchas gracias Dios silente

en ti creo

por esa sonrisa pura que me diste

en un momento feliz

en una hora feliz el 23 de noviembre

sábado 

en Santiago del Extremo Duro

Agregaste a mi felicidad

tu silente mensaje

en la hora justa

Tú sabes que no necesito nada de ti

nada te pido para mí

y creo que lo haré 

nunca

Así cuando te veo humano

en esa sonrisa intensa

de tu piel maltrecha

te pido que mantengas

tu silencio 

eterno

hasta el final de la carne

hasta el final de toda la materia


Igor Parra